La gran deforestación de las zonas tropicales ha hecho que ellas emitan más dióxido de carbono que el que absorben, perdiendo por lo tanto su histórico papel de protección natural contra el cambio climático, según un estudio publicado este jueves
El estudio, publicado en la revista estadounidense Science, se apoya en imágenes de satélite, tecnologías láser y estudios de campo realizados entre 2003 y 2014.
Los científicos pudieron así enfocarse en aspectos de la deforestación que antes eran más difíciles de medir, como la degradación forestal, es decir, la desaparición de árboles de poco tamaño.
La mayoría (casi 70%) de las emisiones de CO2 -gases de efecto invernadero que se tienen como la principal causa del calentamiento global- en las selvas tropicales de América, Asia y África, están vinculadas a la degradación de estas últimas, afirma el estudio.
“La deforestación, la degradación y los problemas que generan tienen como consecuencia que las selvas tropicales hoy emitan más dióxido de carbono del que absorben, perdiendo su función de ‘pozo’ de carbono”, resalta.
“Este descubrimiento es un llamado de atención al mundo para que cuide sus selvas tropicales”, dijo Alessandro Baccini, investigador del Woods Hole Research Center.
“Si queremos evitar que las temperaturas globales alcancen niveles peligrosos debemos reducir de manera drástica las emisiones e incrementar la capacidad de las selvas de absorber y almacenar dióxido de carbono”, agregó.
El estudio descubrió que las regiones tropicales ahora emiten anualmente alrededor de 425 teragramos (un teragramo es un millón de toneladas) netos de CO2 a la atmósfera, más que las emisiones de todos los camiones y automóviles de Estados Unidos.
La mayoría de la deforestación -alrededor de 60%- ha tenido lugar en América Latina (donde está la región amazónica), 24% en África y 16% en Asia.