“Los cierres de calles, los actos de vandalismo, de violencia y otros actos delictivos perpetrados por algunos sectores, y por elementos infiltrados en las protestas durante las últimas tres semanas, sí han afectado negativamente a la economía y la calidad de vida de todos los panameños”.
En medio de la urgencia de la reapertura de las vías y el restablecimiento del orden público en todo el país, la Asociación Bancaria de Panamá (ABP) emitió hoy, el siguiente comunicado:
“La protesta pacífica es un derecho, cuyo ejercicio por ciudadanos bien motivados e informados, es positivo, debe ser protegido y no ocasiona daños significativos a la economía.
Por el contrario, los cierres de calles, los actos de vandalismo, de violencia y otros actos delictivos perpetrados por algunos sectores, y por elementos infiltrados en las protestas durante las últimas tres semanas, sí han afectado negativamente a la economía y la calidad de vida de todos los panameños.
Exigimos a quienes actúan de este modo a deponer dichas conductas, y al gobierno nacional, a hacer cumplir la ley, y asumir la responsabilidad que le corresponde, de garantizar la convivencia pacífica y el derecho al libre tránsito, al trabajo y al desarrollo de la actividad económica de todos los panameños.
Aún es difícil cuantificar las afectaciones, pero diariamente todos los panameños somos testigos y víctimas, de las pérdidas que sufren los jóvenes en su educación; de la pérdida de acceso a servicios médicos, medicamentos, y hasta la falta de sangre para transfusiones; las pérdidas de alimentos que sufren los ganaderos y agricultores, y el desabastecimiento en los mercados.
Los disturbios también han afectado el atractivo de Panamá como destino de calidad para la inversión extranjera. Aunque las cifras económicas de octubre no han sido publicadas aún, es predecible que mostrarán un impacto negativo importante.
Como país, todos los sectores, bajo la dirección de sus autoridades democráticamente electas, debemos tratar de que lo que resta de noviembre, y diciembre, no corran la misma suerte, y enfocarnos en recuperar la paz y el bienestar de todos.
El país no puede seguir siendo víctima de unos cuantos grupos minoritarios que insisten en someter violentamente la libertad de las grandes mayorías que sufren la violación de sus derechos más fundamentales.
Desde el punto de vista macroeconómico, ya el país tenía un gran reto para cumplir con lo establecido en la Ley de Responsabilidad Social Fiscal, pues se estima que el déficit para este año sería de unos US$3,000 millones aproximadamente. Adicionalmente, el aumento de las tasas de interés a nivel mundial encarecerá el costo de la deuda pública, la cual ha crecido desmedidamente en los últimos años. La crisis desatada hace 3 semanas, viene a complicar mucho más las cosas.
Es imperativo que el gobierno nacional actúe con decisión y prontitud en reducir drásticamente el abultado gasto público, y se enfoque en dirigir recursos a mejorar los deficientes servicios públicos que reclama la población. No es responsable asumir que los satisfactorios niveles de crecimiento económico experimentados desde el final de la crisis de la pandemia, que permitieron al país mantener el grado de inversión, se mantendrán en el 2024 o 2025.
En el Centro Bancario Internacional de Panamá, los bancos, gracias a la dedicación y compromiso de sus 25,000 colaboradores seguiremos apoyando a los millones de personas, familias, emprendedores y empresas que cuentan con nosotros, para ayudarles a lograr sus sueños y objetivos, hasta superar esta nueva prueba que, como siempre, Panamá logrará vencer, y de la cual saldrá fortalecida.