En los últimos años, los científicos han desarrollado muchos dispositivos ingeribles que, a diferencia de los implantables, como los marcapasos, son fáciles de usar y no requieren intervención quirúrgica.
Un equipo de científicos ha desarrollado un dispositivo que se ingiere y que, desde el interior del organismo y de forma segura, monitoriza constantes vitales, como la respiración y el ritmo cardíaco, lo que ayudaría a vigilar a las personas con riesgo de sobredosis de opiáceos.
Los detalles del ensayo, que se ha realizado con éxito por primera vez en humanos, se publican este viernes en la revista Device.
“La capacidad de facilitar el diagnóstico y monitorizar muchas afecciones sin tener que ir a un hospital puede facilitar el acceso de los pacientes a la asistencia sanitaria”, destaca Giovanni Traverso, gastroenterólogo del Hospital Bringham and Women’s, primer autor del trabajo e investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
En los últimos años, los científicos han desarrollado muchos dispositivos ingeribles que, a diferencia de los implantables, como los marcapasos, son fáciles de usar y no requieren intervención quirúrgica.
Algunos de estos dispositivos, por ejemplo, han ayudado a realizar colonoscopias, un procedimiento que normalmente se hace en un hospital.
“La idea de utilizar un dispositivo ingerible es que un médico puede recetar estas cápsulas y lo único que tiene que hacer el paciente es tragárselas”, explica Benjamin Pless, coautor del artículo y fundador de Celero Systems, empresa de desarrollo de dispositivos médicos con sede en Massachusetts.
La píldora de monitorización de las constantes vitales, o VM Pill, funciona monitorizando las pequeñas vibraciones del cuerpo asociadas a la respiración y los latidos del corazón. Así, puede detectar si una persona deja de respirar desde el interior del tubo digestivo.
Para probarla, el equipo colocó el dispositivo en el estómago de cerdos anestesiados y les administró una dosis de fentanilo para que dejasen de respirar, que es lo que ocurre durante una sobredosis de fentanilo en humanos.
El dispositivo midió la frecuencia respiratoria de los cerdos en tiempo real y alertó a los investigadores, que pudieron evitar la sobredosis.
El equipo también probó por primera vez el dispositivo en seres humanos administrando la píldora VM a personas que estaban siendo evaluadas por apnea del sueño, un trastorno que detiene la respiración durante el sueño.
Los investigadores administraron la píldora VM a 10 pacientes con apnea del sueño de la Universidad de Virginia Occidental.
El dispositivo detectó cuándo se detenía la respiración de los participantes y controló la frecuencia respiratoria con una precisión del 92,7%.
En comparación con las máquinas externas de monitorización vital, la píldora puede controlar la frecuencia cardiaca con una precisión de al menos el 96%.
El ensayo también demostró que el dispositivo es seguro, y todos los participantes lo excretaron a los pocos días del experimento.
“La precisión y correlación de estas grabaciones fueron excelentes en comparación con los estudios clínicos de referencia que realizamos en nuestros laboratorios del sueño”, afirma Ali Rezai, coautor e investigador del Instituto de Neurociencia Rockefeller de la Universidad de Virginia Occidental.
La versión actual de la píldora VM está en el organismo cerca de un día, pero podrían hacerse modificaciones para que el dispositivo estuviera más tiempo para hacer seguimientos a largo plazo.
También esperan mejorar el dispositivo para que pueda administrar fármacos que reviertan afecciones como la sobredosis de opiáceos de forma automática una vez que el dispositivo detecte los síntomas.