FRB 20121102A es el primer objeto astrofísico descubierto que producía más de un estallido, y hasta ahora era el único que se encontraba dentro de una hipernebulosa.
Un equipo internacional de astrofísicos ha encontrado la conexión directa entre una fuente de estallidos rápidos de radio y una ‘hipernebulosa’, una gran nube de plasma densa y altamente magnética que está iluminada por el objeto que genera los estallidos.
El hallazgo ha sido posible gracias a las imágenes de muy alta resolución obtenidas por la red europea de VLBI (EVN por sus siglas en inglés), un consorcio del que forma parte la antena de Yebes (Guadalajara -centro de España-) y otras de Alemania, Italia, Letonia, Países Bajos, Polonia, Reino Unido y Suecia.
Los estallidos rápidos de radio (FRBs) son unos fenómenos que proceden de galaxias muy lejanas y que solo duran milésimas de segundo pero cada uno libera tanta energía como la que emite el Sol en un solo día.
La mayoría de estallidos se producen una sola vez pero otros se repiten de forma esporádica, lo que los convierte en candidatos perfectos para ser observados con los telescopios y antenas terrestres.
FRB 20121102A es el primer objeto astrofísico descubierto que producía más de un estallido, y hasta ahora era el único que se encontraba dentro de una hipernebulosa.
Recientemente, el equipo que descubrió el origen de ese estallido encontró un segundo FRB (denominado FRB 20190520B) también asociado a una hipernebulosa. El hallazgo se hizo con el telescopio chino de 500 metros FAST.
Ahora, utilizando de forma conjunta las antenas de la red europea de VLBI (EVN), el equipo ha conseguido imágenes de muy alta resolución de este objeto, equivalentes a ver un coche en la superficie de la Luna.
“Con estas observaciones hemos podido acotar el tamaño de esta nube estelar a algo menos de 30 años luz de diámetro, algo razonadamente pequeño en comparación con otras nubes de este tipo”, explica Shivani Bhandari, autora principal del descubrimiento e investigadora en la Universidad de Ámsterdam, y los institutos ASTRON y JIVE de los Países Bajos y el CSIRO de Australia.
Estas imágenes también han permitido medir el brillo de esta nube o hipernebulosa, que es cientos de miles de veces más brillante que nuestro Sol, lo que la convierte en un objeto increíblemente brillante.
Magnetares, el origen de los estallidos
Los astrónomos saben que varios FRBs son producidos por estrellas de neutrones con unos campos magnéticos muy extremos, conocidas como magnetares, unos objetos que producen un viento muy poderoso que crea una nube a su alrededor.
Gracias a los modelos teóricos, los astrónomos han sido capaces de acotar la edad de este objeto a un intervalo entre 4 y 1900 años, siendo la hipernebulosa más joven de 900 años.
“Estas edades implican que los objetos produciendo estos estallidos son muy jóvenes en términos astronómicos”, dice Shivani.
Otra hipótesis que todavía no se descarta es que la hipernebulosa sea creada por el flujo de partículas radiado por un agujero negro o estrellas de neutrones que están interaccionando con una estrella cercana.
En cualquier caso, FRB 20190520B y FRB 20121102A representan un grupo muy especial de FRBs que están inmersos en una hipernebulosa.
“Estos dos FRBs son gemelos porque ambos producen estallidos de forma frecuente, ambos se encuentran en galaxias enanas y dentro de regiones estelares con condiciones extremas. Es posible que estos dos FRBs obedezcan a una población muy joven de estos objetos”, explica el astrofísico español Benito Marcote, segundo autor del estudio e investigador en el instituto JIVE de Países Bajos.
Pero todavía no está claro por qué objetos mucho más viejos pueden todavía producir FRBs.
Los investigadores todavía no pueden explicar completamente todos los detalles de estos objetos y hasta que no haya un número mayor de observaciones y objetos no se sabrá por completo si todos los FRBs son producidos por magnetares o si puede haber diversos objetos produciendo estos estallidos que duran menos que un suspiro.