Aquaman y el reino perdido viene a cerrar el 2023 y es más de lo mismo. No hay realidades ni mundos paralelos. En la película hay acción, un poco de humor y la venganza del villano de turno, comentó el diario argentino Clarín.
Muchas preguntas giran alrededor de esta película y no solo por su estreno retrasado, sino por los comentarios que había despertado las funciones de muestreo, un primer corte a inicio de año y al parecer el público no le gustó.
En la nueva película participa Amber Heard, la exesposa de Johnny Depp, que regresa esta vez como la esposa de Aquaman, con quien tenido un bebe.
En la trama también regresa David Kane, o Black Manta, quien juró vengarse de Aquaman, destruirlo a él y a su familia. Si bien debe reparar su “armadura”, tiene más poder que antes, porque Kane encuentra el Tridente y logra también hallar un combustible (oricalco), cuyos gases tóxicos están haciendo daño a todo el planeta. “Lo usa para calentar el planeta. Hay que detenerlo”, le dice la mamá (Nicole Kidman) a su hijo Aquaman.
Para ello, necesitará la ayuda de alguien estaba en la primera película y con quien el protagonista estaba enfrentado, su hermano Orm, al que le quitó el puesto de rey.
Aquaman tiene una versión más humana, al introducir un bebé a la trama. Se emociona cuando advierte que comparten el don de hablar con los peces.
La película por momentos parece una de Jumanji, y hay menciones explícitas a Loki, de Marvel, y Azkaban, de Harry Potter. Existen muchas frases hechas (“La superficie ha envenenado nuestra atmósfera”, dicen en el Concejo de Atlantis, o “A veces no rendirse o darse por vencido es lo más heroico”) y también mucho de nada.