Más de 34 millones de personas morirían en tres horas en un ataque nuclear entre Washington y Moscú
La amenaza de una guerra nuclear o tercera guerra mundial es un asunto que cada vez es menos baladí. En un marco geopolítico con varios frentes abiertos en Ucrania o Israel, pruebas nucleares de países como Rusia o Corea del Norte, a los que también se suma Estados Unidos, hacen pensar que podría estallar pronto un conflicto de forma inminente y con consecuencias devastadoras.
Un ataque con misiles y ojivas nucleares creará un catastrófico panorama en el mundo y con millones de muertos entre todos los países. Salvo dos naciones, de las que se cree que se sobrevivirían sus habitantes y quedarían intactos, según un estudio publicado por el diario español La Razón.
Los países más protegidos y con mayores probabilidades de sobrevivir serían Australia y Nueva Zelanda, debido a su ubicación geográfica. Además, las dos naciones tienen una gran capacidad de autosuficiencia alimentaria, lo que les permitiría sobrevivir a la crisis, según un informe de la revista Nature Food.
Washington y Moscú han hablado en numerosas ocasiones, sobre todo tras el estallido de la invasión a Ucrania, de la alta probabilidad del conflicto nuclear que involucre a todos los países del mundo. Las consecuencias devastadores no solo se producirían al instante, sino que sus efectos se notarían muchos años después, creando un planeta casi inhabitable que sería muy difícil de reconstruir.
Algo que podría estar cerca, pues solo hace unas semanas, el Reloj del Juicio Final indicaba que el mundo está a los 90 segundos del apocalipsis.
Se trata de un reloj simbólico, que alerta de lo cerca que supuestamente estamos de destruir el mundo, creado por el Boletín de Científicos Atómicos, fundado por Albert Einstein, en 1947.
Asimismo, en 2019, el programa de Ciencia y Seguridad Global de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, realizó un simulacro de un conflicto nuclear entre Rusia, Estados Unidos y países de la OTAN.
Según estos informes, elaborados por un equipo encabezado por Alex Wellerstein, historiador de ciencia especializado en la historia de las armas nucleares, más de 34 millones de personas morirían en apenas tres horas después de un hipotético lanzamiento de trescientas ojivas nucleares rusas hacia Occidente, que respondería con casi doscientas contra Moscú.
Muchos son los estudios que, desde entonces, se han elaborado para elegir cómo vivir o dónde esconderse para poder sobrevivir ante tales ataques. Desde alejarse de la agricultura tradicional hasta la alimentación a base de proteínas de insectos o microalgas, han sido algunos ejemplos.