El verdadero debate de fondo, el de si Ucrania debe renunciar al territorio que le ha arrebatado Rusia y aceptar una paz deshonrosa
Pese a que el autócrata ruso, Vladimir Putin se ufanó, en una entrevista el jueves con la cadena Fox News, que una derrota de Rusia en la guerra que desató al invadir Ucrania es “imposible” y “nunca va ocurrir”, los datos del campo de batalla dicen lo contrario.
La invasión a Ucrania, que el próximo 24 de febrero cumplirá dos años, no es ni cerca un conflicto que el Kremlin soñó con solventar en apenas unas semanas bajo la simple amenaza de la llegada del oso ruso a un país gobernado por un ex actor y a una comunidad internacional anestesiada tras la primera invasión de Ucrania hace 10 años, informaron medios de prensa internacionales.
Pero el gobierno títere que Moscú quería instalar en Kiev -una vez que el presidente Volodomir Zelenski hubiera huido despavorido con todo su Ejecutivo- no fue tal, y, al menos de momento, Ucrania tiene pocos visos de convertirse en una segunda Bielorrusia, ocupada por las tropas rusas.
El conflicto lleva mucho tiempo enquistado tanto en el campo de batalla, con avances apenas perceptibles después de la inicial irrupción de las tropas rusas por el este, como en las cancillerías occidentales, que prestan a Kiev un apoyo que es suficiente para frenar a Vladimir Putin, pero que está muy lejos de garantizar la victoria total en la guerra.
El verdadero debate de fondo, el de si Ucrania debe renunciar al territorio que le ha arrebatado Rusia y aceptar una paz deshonrosa, sigue sin cerrarse. Y tampoco está claro hasta qué punto Occidente puede forzar la máquina para que Ucrania se integre en la OTAN o la Unión Europea o no le conviene desafiar en exceso a Putin.
Con este confuso panorama la sociedad rusa afronta un parte de guerra que los medios oficiales ocultan y que el enemigo procura engordar y airear en lo posible.
Desde las filas ucranianas, en plena reorganización de su cúpula militar, se hace un balance diario que da una idea de hasta qué punto la guerra le está costando muy cara a Rusia.
Cifra de muertos
Una de las cifras más precisas que existen -con las evidentes reservas en cualquier proceso bélico- es el recuento diario que hace el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania sobre las bajas en las filas enemigas, y que permiten aventurar que Rusia cumplirá los dos años de guerra con 400,000 muertos en sus filas.
Según la cifra contabilizada hasta este viernes 9 de febrero, las pérdidas en combate de soldados rusos ascienden a 393,290. En cuanto a los medios materiales, Moscú ha perdido 6,385 tanques, 11,921 vehículos blindados, 9,435 sistemas de artillería, 981 sistemas de lanzamientos múltiples de cohetes y 666 sistemas de guerra antiaérea.
Además, el gobierno ucraniano asegura haber destruido 332 aviones, 325 helicópteros, 12,551 vehículos automotores militares y tanques de combustible, 24 barcos militares, un submarino, 7,209 vehículos aéreos no tripularos tácticos (drones), 1,509 equipos militares especiales y 1,881 misiles de crucero.