La posición de Donald Trump con respecto a Irán es un nuevo ataque al multilateralismo que amenaza, en nombre del eslogan “América primero”, con aislar a Estados Unidos del mundo y debilitar su credibilidad
Los expertos han tenido dificultades hasta ahora para definir la diplomacia del presidente estadounidense, alegando la ausencia de coherencia y la brutalidad de sus palabras y sus actos.
Pero su discurso de septiembre ante la Asamblea General de la ONU, en el que defendió la soberanía de su país, y su decisión del viernes de no certificar el acuerdo nuclear iraní suscrito por la comunidad internacional parecen confirmar una tendencia perfilada desde que llegó a la Casa Blanca en enero.
“La política exterior de Trump ya tiene tema: la Doctrina de la Retirada”, resume el presidente del centro de investigación Council on Foreign Relations, Richard Haass.
El pacto iraní engrosa la larga lista de convenios y organizaciones internacionales que Estados Unidos ha abandonado o amenazado con hacerlo: el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), el Acuerdo de París sobre cambio climático, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la UNESCO. F