En el 2025 podría ser del 4,5%, pero hay obstáculos como las tasas de interés más altas, proyectos de obras públicas y la disputa en torno a la mina
La calificadora de riesgo Fitch Ratings proyecta un crecimiento de la economía nacional de 1,5% en el 2024, reflejando un impacto directo por el cierre de la mina y la sequía. “Los efectos del cierre de la mina plantean algún riesgo adicional a la baja, pero el desempeño mejor de lo esperado de Panamá en los últimos años plantea una ventaja”, dijo la firma estadunidense.
La agencia anticipó para el 2024, crecientes presiones fiscales. El déficit fiscal del sector público cayó en el 2023 al 3% del PIB. Habrá un crecimiento más lento en el 2024, comparado con el 7,3% del año pasado, por los efectos de la sequía sobre los ingresos del Canal, y “grandes aumentos de gasto para cumplir con los mandatos legales para educación y salarios”. Además de mayores costos de intereses de la deuda.
Fitch proyecta un déficit fiscal del 4,7%, aunque advirtió que hay un déficit “implícito” de 5,6%. “Esas presiones se equilibran parcialmente con los recortes al combustible y a los subsidios sociales”, que representan un 0,8% del PIB, precisó.
El escenario de Fitch es que el crecimiento regrese al 4,5% en 2025. Pero hay signos adversos como un entorno de tasas de interés más altas que afecta al sector clave de la construcción, pocos proyectos de obras públicas y en el horizonte la disputa en torno a la mina. “Fitch no espera que la disputa minera socave el potencial de crecimiento, ya que afecta un enclave de la economía en lugar de las principales actividades logísticas”, señaló.
Fitch mostró preocupación por la dependencia del país al mercado externo de capitales. Satisfacer necesidades de financiamiento relativamente altas –de acuerdo a la agencia- dependerá en gran medida de los mercados de bonos externos y de organismos multilaterales, dado que el mercado local representó solo el 9% del endeudamiento neto en los últimos cinco años. Panamá emitió recientemente bonos por $3,100 millones a un costo mucho más altos por lo que refleja la vulnerabilidad del país ante nuevos cambios adversos en la confianza de los inversores, explicó Fitch.
Sus proyecciones son que la deuda aumentará al 56%, por encima de la mediana BB del 53,9%, y a más del 330% como participación de los ingresos, muy por encima de la mediana BB del 190%.
Fitch criticó que el gobierno no ha modificado los objetivos fiscales desde que los “relajó” en el 2020 a causa de la crisis sanitaria del covid-19. “Las deficiencias en los datos, las revisiones históricas y los episodios de atrasos, nublan la visibilidad del panorama fiscal”, advirtió.
La perspectiva de Fitch también ve desafíos de gobernanza. “Los problemas relacionados con la gobernanza representan un desafío crediticio creciente, ya que han obstaculizado el progreso en las reformas fiscales necesarias y se han manifestado en importantes protestas sociales en el 2022 y el 2023”, apuntó.
Panamá ha caído del percentil 55 al 48 en los cinco años por la falta de “efectividad del gobierno” y “control de la corrupción”. Fitch reconoció los esfuerzos de Panamá por fortalecer su régimen contra el lavado de dinero le permitieron salir de varias “listas grises” en los últimos meses.