En los dos primeros meses del año hubo 643 denuncias por delitos cometidos por niños y adolescentes
Un total de 47 niños y adolescentes fueron asesinados durante el 2023, un aumento impactante en comparación con el año anterior cuando se registraron 36 asesinatos, según cifras del Ministerio Público, informó La Estrella.
Las pandillas han contribuido rápidamente al incremento de los homicidios por el creciente flujo de cocaína que pasa por el país, dijo el diario. Los asesinatos de menores cometidos en el 2023 representan el 8% de todos los homicidios del mismo período.
La Estrella también expuso la alarmante cifra de denuncias y delitos cometidos por menores tan solo en los dos primeros meses del 2024. La estadística refleja un 18% en incremento en los niños y adolescentes acusados de cometer actos delictivos.
En total, las fiscalías superiores de adolescentes recibieron 643 denuncias contra este grupo de la población. Un 35% de ellas es por delitos sexuales, 25% por hurto y robo, 15% por drogas y 14% tentativa y homicidio. Según el informe se aplicarán 145 medidas cautelares, 41 privativas de libertad.
Una tercera parte de las denuncias recibidas contra niños y adolescentes se dio en la ciudad de Panamá. La mayoría de los que cometen delitos tiene entre 15 y 17 años y son varones, y como máximo han alcanzado el séptimo grado, señala Indira Zurita, segunda Fiscal de Adolescentes.
La disfuncionalidad, la adicción de los padres, el abandono escolar y la presencia de pandillerismo o bandas juveniles contribuyen al riesgo de niños y adolescentes, expresaron expertos consultados por La Estrella.
“Podemos decir que han tenido un ingreso temprano en el consumo de bebidas alcohólicas y drogas, afinidad o pertenencia a una banda delictiva o jóvenes que provienen de hogares con ingresos limitados y disfuncionales”, señala Noheli Alemán, coordinadora de Programas y proyectos del Instituto de Estudios Interdisciplinarios (IEI).
Añade que también son adolescentes con inicio temprano de la actividad sexual y baja tolerancia a la frustración, y limitadas habilidades para resolver los conflictos.
En una reciente entrevista el sociólogo Danilo Toro criticó la falta de políticas públicas efectivas para contrarrestar los asesinatos cometidos por niños y adolescentes con armas de fuego, señalando la urgencia de acciones profundas por parte de las autoridades.