Acusa sin pruebas a Washington de tratar de “distorsionar” la realidad sobre el atentado que dejó 144 muertos y 200 heridos
En las últimas horas Moscú ha dado muestras de que no está dispuesto a soltar la “presa” de Ucrania a la hora de repartir supuestas responsabilidades sobre el atentado de la sala Crocus City Hall de Moscú, pese a que el Estado Islámico lo ha reivindicado, informó la agencia Europa Press.
Una vez admitido que los terroristas islamistas como autores materiales, el siguiente reto es encontrar al “cerebro” del atentado, una acusación mucho más difusa pero, en la práctica, igual de grave.
Este lunes, el jefe del Comité de Investigación de Rusia, Alexander Bastrykin, ha exigido que se establezcan contactos de cada sospechoso del ataque terrorista para identificar a los autores intelectuales del ataque.
Horas antes, el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia había asegurado que el atentado es “pariente” de los ataques que las Fuerzas Armadas de Ucrania perpetran contra regiones en el oeste del territorio ruso, e implicó en acciones de “terrorismo internacional”, de forma indirecta, a la tecnología de Estados Unidos.
En un comunicado del que se hace eco Europa Press, el SVR sostiene que los ataques ucranianos contra territorio ruso se llevan a cabo gracias a información satelital brindada por Washington. De ese modo justifica que Estados Unidos pueda ser “sospechoso” de lo ocurrido.
“Se hace evidente que Estados Unidos, al blanquear al régimen criminal de Kiev y brindarle asistencia, corre el riesgo de ser sospechoso de estar involucrado en el terrorismo internacional”, afirma la Inteligencia Exterior rusa, que además acusa a Washington de tratar de “distorsionar” la realidad sobre el atentado en Moscú.
En este punto, las autoridades rusas han asegurado que Estados Unidos está fracasando en sus intentos por asentar una única valoración sobre lo ocurrido en la sala de conciertos de Moscú, pues algunos aliados de la OTAN y miembros de la Unión Europea no defienden la teoría de Washington.
Entre ellos está el jefe del Servicio de Seguridad ucraniano, Vasili Maliuk y otros presuntos implicados en esas acciones.