López Obrador, descarta romper relaciones con el gobierno de Daniel Noboa después de la expulsión de la embajadora mexicana
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha decidido otorgar asilo político al exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas, que lleva refugiado en la embajada mexicana en Quito desde mitad de diciembre, informó la agencia EFE.
El anuncio se da en medio de una crisis diplomática entre los dos países, después de que la administración de Daniel Noboa declara este jueves persona non grata a Raquel Serur, la embajadora mexicana en el país, y ordenara su expulsión.
En su conferencia mañanera de este viernes, López Obrador ha descartado responder con las mismas medidas: “Nosotros no vamos a romper relaciones, ni vamos a hacer lo mismo con el embajador de Ecuador. Vamos a ir a buscar a Raquel Serur”.
Ante la medida, López Obrador ha afirmado este viernes que ha dado instrucciones a la Fuerza Aérea Mexicana para recoger a la embajadora: “Dieron 72 horas para que abandonara Ecuador, entonces hoy va a salir un avión a traerla”. “Raquel Serur, que además es una gente excepcional, una intelectual de primer nivel, de la UNAM, filosofa, compañera de un gran filósofo, Bolivar Echeverría, ecuatoriano él, con una gran trayectoria de lucha social, y Raquel la queremos mucho y es una mujer integra con ideales, con principios”, ha defendido el presidente a la diplomática que llevaba desde el 2019 en Quito.
La tensión diplomática entre Ecuador y México se ha precipitado esta semana, pero se fragua desde hace meses. Glas, quien fue vicepresidente de Ecuador en los Gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno, se presentó el 17 de diciembre en la embajada mexicana “expresando temor por su seguridad y libertad personal”, según indicó la Secretaría de Exteriores.
La policía ecuatoriana tenía orden de detenerlo para que compareciera sobre el desvío de fondos millonarios destinados a la reconstrucción de la costa de Ecuador luego del terremoto del 2016.
Sobre Glas, que estuvo al frente de todos los ministerios de los sectores estratégicos entre los gobiernos de Correa y Moreno, ya pesaban dos sentencias: una de seis años de cárcel por asociación ilícita en el caso Odebrecht, y otra de ocho años por cohecho por el caso Sobornos. De la condena a 14 años, solo cumplió cinco en la cárcel.
El Gobierno mexicano ya acoge en su territorio a otros siete funcionarios de Correa que se habían refugiado previamente en la Embajada en Quito, entre ellos a la mano derecha del expresidente, Ricardo Patiño, quien además fue ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador.
También la expresidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, los asambleístas Soledad Buendía, Carlos Viteri Gualinga, y Edwin Jarrín, quienes no tenían procesos penales en su contra; sin embargo, se declararon perseguidos políticos y abandonaron el país en 2019.