Las tensiones en la frontera sur del Líbano entre Israel y Hezbulá, amenaza con desembocar en una guerra a gran escala
Irán contempla la opción de no responder al bombardeo israelí de su consulado en Damasco que se cobró la vida de seis civiles sirios y siete miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica. Teherán solo pondría encima de la mesa una condición: que Israel alcance un acuerdo con Hamás para establecer un nuevo alto el fuego en la Franja de Gaza, informó el diario español La Razón.
Según el diario Jadeh Iran, el régimen de los ayatolás no tomaría represalias contra el Estado hebreo pese a sufrir un duro golpe para su estructura militar después de la muerte del general Qasem Soleimani en un ataque con dron estadounidense en el aeropuerto de Bagdad en enero del 2020. El bombardeo del edificio consular iraní en la capital siria alcanzó a Mohammad Reza Zahedi, el comandante de la fuerza de élite Quds que coordinaba las operaciones en Siria y Líbano.
En los últimos días, el líder supremo Alí Jamenei y el presidente Ebrahim Raisi han clamado venganza frente a Israel. Mientras, el líder de Hezbulá, Hasán Nasrala, aseguró que el ataque aéreo contra la sede diplomática había sido interpretado como “un punto de inflexión” en el conflicto y que la contestación de su aliado iraní era “inevitable” al tratarse, además, de una ofensiva contra un territorio bajo soberanía iraní. El propio ayatolá Jamenei avisó de que las embajadas “ya no eran seguras”.
A estos factores se suma la creencia o el temor de Irán de que uno de los objetivos de Israel, especialmente desde el inicio de la guerra en Gaza seis meses atrás, es liquidar a los líderes de la fuerza de élite Quds de la Guardia Revolucionaria en Siria. En esta línea, Teherán es consciente de que una guerra abierta con Israel le enfrentaría también a Estados Unidos.
El presidente Joe Biden amenazó a Benjamin Netanyahu con cambiar su postura en Gaza en caso de que el primer ministro israelí no aplicara “medidas concretas” para proteger a los civiles y a los trabajadores humanitarios, pero cerró filas con Israel en el capítulo relacionado con el bombardeo del consulado iraní. Tampoco condenó el ataque ni pidió contención a su aliado. Por eso, tanto Israel como Estados Unidos han estado en alerta máxima ante desde la pasada semana ante cualquier represalia.