El ataque ejecutado con misiles y drones por Irán contra Israel fue disuasorio y no buscaba aumentar la tensión en la región, opina Borrell
Estados Unidos hizo todo lo posible para ayudar a Israel a interceptar con éxito los drones y misiles de Irán en una operación que tuvo un coste de $1,200 millones pagados de forma mayoritaria por las autoridades estadounidenses, según medios locales.
Ahora, el presidente Joe Biden está presionando a los líderes de Israel para evitar una escalada aún más destructiva que pueda conducir a una guerra total en la región. El inquilino de la Casa Blanca ha transmitido al Gobierno a Benjamin Netanyahu que debe aprovechar esta victoria y salir adelante. Sin embargo, en el gabinete hebreo se plantea la posibilidad de responder militarmente a Teherán. Algunos ministros habrían planteado incluso una represalia lo antes posible.
Biden ha logrado que el Congreso apruebe un paquete de ayuda económica a Israel por $14,000 millones, que antes había sido bloqueado por los republicanos.
Mientras tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU ha instado a las dos partes a moderar su respuesta y ha asegurado que teme un “conflicto devastador a gran escala”. En el mismo organismo, Israel ha exigido nuevas sanciones contra Irán. Dentro de Israel, los colegios siguen cerrados y las autoridades han prohibido las reuniones masivas.
En el vecino Líbano, el grupo chií Hizbulá ha elogiado el ataque de Irán contra Israel y lo ha definido como “valiente”.
El ataque directo de este fin de semana de Irán contra Israel tenía como propósito “causar destrucción”, ha asegurado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en la rueda de prensa diaria de la oficina presidencial.
Kirby ha negado que Teherán enviara mensajes de aviso a Estados Unidos sobre el momento o los objetivos de su ataque para evitar que la gran mayoría de los centenares de proyectiles que disparó llegaran a golpear.
Las Fuerzas Armadas de Jordania han anunciado este lunes un aumento de sus patrullas aéreas para impedir que “ningún bando” use su espacio aéreo para “ningún propósito”, en un contexto de grandes tensiones en la región mientras se espera una respuesta israelí al ataque de Teherán el pasado sábado, realizado como represalia por el bombardeo de Israel contra el Consulado iraní en Damasco, Siria.
Por su parte, el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, considera que el ataque ejecutado con misiles y drones por Irán contra Israel fue disuasorio y no buscaba aumentar la tensión en la región. “Creo que no estaban queriendo escalar. Ha sido un ataque, han disparado más de 300 drones y misiles, o sea, no es ninguna broma, pero lo hubieran podido hacer peor, o mejor, según como se mire”, ha lanzado Borrell en una entrevista este lunes en Cadena Ser, recogida por Europa Press.
Asimismo, sacó esta conclusión tras su conversación con el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amirabdolahian.
“Irán, creo honestamente, que no quiere una escalada que nos haga caer en una guerra”, ha añadido, insistiendo en que el país “casi estaba esperando a que les derribaran los drones”. “Sabían muy bien la trayectoria de un dron, el tiempo que tardaba en llegar, a la velocidad que iba, dónde estaban las defensas de los demás, me imagino por descontado que muchos de ellos sabían que serían derribados”, ha argumentado.