Dependerá principalmente de las empresas decidir cuándo esos camiones son lo suficientemente seguros para operar sin humanos a bordo
Dentro de tres o cuatro años, la empresa Aurora Innovation y sus competidores esperan poner miles de camiones autónomos en las autopistas públicas de Estados Unidos. El objetivo es que esos camiones articulados, que pueden circular casi todo el día sin interrupciones, aceleren el flujo de mercancías, y con ello los tiempos de entrega, informaron agencias de prensa internacional.
La imagen de un camión articulado sin conductor completamente cargado, con 40 toneladas, en una superautopista a 100 kilómegros por hora o más puede causar terror. Una encuesta de enero realizada por la American Automobile Association (AAA) encontró que al 66% de los estadunidenses les daría miedo viajar en un vehículo autónomo.
Pero en menos de nueve meses, camiones articulados con los sistemas de Aurora comenzarán a transportar cargas entre terminales para FedEx, Uber Freight, Werner y otros. Aurora y la mayoría de sus rivales planean comenzar a operar rutas de carga en Texas, donde la nieve y el hielo inusuales, por lo general.
Durante años, pareció que el camino inicial para los vehículos autónomos sería el transporte privado en las grandes ciudades. Pero la unidad robotaxi Cruise de General Motors está en apuros tras un accidente grave. Y Waymo, de Alphabet, enfrenta oposición a la expansión de su servicio de viajes autónomos en California.
Así que los camiones autónomos están a punto de convertirse en los primeros vehículos controlados por computadora desplegados en grandes cantidades en las vías públicas.
No obstante, los defensores de la seguridad advierten que, al no existir casi ninguna regulación federal, dependerá principalmente de las empresas decidir cuándo esos camiones son lo suficientemente seguros para operar sin humanos a bordo.
Los críticos se quejan de que las agencias federales, incluida la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, adoptan un enfoque generalmente pasivo respecto de la seguridad, y que actúan hasta que ocurren los accidentes. Y la mayoría de los estados ofrecen escasa regulación.
Pero Aurora y otras empresas argumentan que años de pruebas demuestran que sus camiones articulados serán, de hecho, más seguros que los conducidos por humanos. Señalan que los sensores láser y de radar de los vehículos pueden “ver” más lejos que los ojos humanos. Los camiones nunca se cansan, se distraen ni se ven afectados por el alcohol o las drogas.
Phil Koopman, profesor de la Universidad Carnegie Mellon quien estudia la automatización de los vehículos, estuvo de acuerdo en que, en teoría, los camiones autónomos pueden ser más seguros. Pero advirtió que las computadoras de los vehículos inevitablemente cometerán errores.
Y el desempeño de los camiones en autopistas reales, explicó, depende de la calidad de su ingeniería de seguridad.