A pesar de La Niña lleva tres años conteniendo las temperaturas de todo el planeta
Aunque es un alivio para los millones de personas, la situación se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para los científicos. Porque a la pregunta de “¿qué pasará después?” la única respuesta razonable es: “Estamos entrando en un terrreno desconocido”, informó la agencia Xatapa.
De hecho, solo hay algo que podamos saber a ciencia cierta, durante los próximos cinco años, las temperaturas van a ser históricas y la situación se va a poner muy complicada.
¿Qué es exactamente El Niño?
Lo que conocemos como El Niño-Oscilación Meridional (o ENSO), es un fenómeno climático cíclico que tiene grandes efectos sobre el clima mundial.
Es el mejor ejemplo de que la temperatura de los océanos y la circulación atmosférica tienen una relación muy estrecha. Durante la fase cálida (durante El Niño propiamente dicho), la falta de vientos alíseos que refresquen la superficie hace que la temperatura de las aguas del Pacífico se dispare. Eso espolea los termómetros de todo el planeta.
Hay un 98 % de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años, así como el lustro en su conjunto, sean los más cálidos jamás registrados”. Son palabras de la Organización Meteorológica Mundial.
2022 fue un año extremadamente caluroso en todo el planeta y lo ha sido pese a que La Niña lleva tres años conteniendo las temperaturas de todo el planeta.
En buena parte del mundo esas altas temperaturas se traducirán en sequías aún más pronunciadas –el sudeste de Estados Unidos vive la sequía más grande en 1,200 años- por ejemplo, en reducción de cosechas y en problemas energéticos.
Como decía el meteorólogo González Alemán “estamos en el periodo más cálido de los últimos 2,000 años y muy probablemente de los últimos 100,000 años” e, incluso teniendo eso en cuenta, los datos de los últimos meses han sido desorbitados.
Pero ¿qué pasará cuándo El Niño se retire? ¿Se verá cómo el efecto de La Niña suaviza el repunte de temperaturas o la temperatura está aquí para quedarse?
Esa es la pregunta clave que se hacen ahora mismo los científicos y cruzan los dedos para que la respuesta sea alguno de los escenarios más moderados.