Kamala Harris, la vicepresidenta, aparece como la favorita para una hipotética sucesión, aunque cuenta con detractores dentro del partido
Mientras aumenta la presión para que el presidente Joe Biden se abandone sus aspiraciones de reelección, la vicepresidenta Kamala Harris se destaca como favorita para sustituirle.
Al tiempo, un segundo congresista alzó en público su voz para pedirle que se retirase. También hubo donantes que pidieron un cambio de candidato.
Biden ha negado categóricamente que esté considerando renunciar a la reelección. Sin embargo, si el presidente se convence de que no tiene opciones de ser elegido, las posibilidades de que tire la toalla se multiplican.
Este miércoles por la tarde, los gobernadores demócratas de todo el país han cerrado filas con el presidente en una reunión en la Casa Blanca a la que también ha acudido la vicepresidenta, Kamala Harris, primera alternativa en la línea de sucesión.
Las encuestas empiezan a señalar una distancia decisiva entre los dos candidatos. Este miércoles, The New York Times ha publicado un sondeo realizado por la Universidad del Siena que asegura que la distancia en intención de voto a favor de Trump se ha duplicado de tres a seis puntos entre los probables votantes, de modo que ahora, entre ambos candidatos, un 49% elegiría a Trump y un 43%, a Biden.
La distancia es aún mayor (49% a 41%) entre los votantes registrados. Nunca Trump había tenido una ventaja tan grande en una encuesta de The New York Times, uno de los periódicos que ha pedido abiertamente su retirada.
Hasta ahora, el mandatario se ha mostrado dispuesto a tratar de demostrar que los lapsus, titubeos y frases sin terminar del primer debate fueron un accidente, debido al cansancio, un resfriado, dolor de garganta y jet lag.
The New York Times, que había publicado que Biden había dicho a un aliado que estaba sopesando abandonar, retiró luego esa idea tras un desmentido rotundo de la Casa Blanca y lo dejó en que ha admitido que vienen días cruciales para su candidatura.
Las cosas van tan rápido que la cadena ABC, que pensaba emitir su entrevista con Biden el domingo, ha decidido programarla el viernes por la noche en horario de máxima audiencia.
La presión es extrema. Por una parte, Biden tiene prisa por cambiar la narrativa. Por otra, la entrevista puede envejecer si se guarda más tiempo del imprescindible.
Este miércoles, un segundo congresista ha pedido a Biden que renuncie a la reelección. Se trata de Raúl Grijalva, de Arizona, que se une a Lloyd Doggett, de Texas. Son solo dos de los más de 250 representantes y senadores del Partido Demócrata en el Congreso, pero hay muchos más que han expresado dudas al respecto, aun sin pedir abiertamente al presidente que tire la toalla.
La vicepresidenta aparece como la favorita para una hipotética sucesión, aunque cuenta también con detractores dentro del partido.
La solución Harris aparece como la más continuista y también como la que facilita disponer de todo el dinero recaudado por la campaña Biden-Harris. Los delegados que ha ganado Biden en las primarias también son suyos en cierta medida.
Harris, la primera mujer que ocupa la vicepresidencia, y que además es hija de india y jamaicano, capaz de movilizar el voto negro, empieza a dar mejores resultados que Biden en algunas encuestas, se ha destacado como defensora del derecho al aborto y no tiene el rechazo del voto joven y árabe que acompaña al presidente.
Que Harris es la favorita parece confirmarlo que se ha convertido en blanco de los ataques de la campaña de Trump, que ha lanzado un anuncio con el lema: “Este noviembre, vota republicano. Para a Kamala”.