Sufrió una infancia expuesto a la violencia, a las armas y al consumo de drogas en un pequeño pueblo de Ohio
Al senador James David Vance, de 39 años, designado este lunes por Donald Trump como su nominado a vicepresidente para la contienda por la Casa Blanca, lo definió recientemente el líder republicano como un “joven Abraham Lincoln” a quien hasta “la barba le queda bien”, informó el diario español La Razón.
El detalle, aunque pueda parecer nimio, dice mucho en este caso del respeto que Trump, de quien es vox populi que detesta el vello facial, profesa ahora por esta figura incipiente dentro del partido, que pasó de vivir un auténtico drama personal y servir como infante de marina en la guerra de Irak a convertirse en un escritor líder de ventas.
Mucho antes de llegar a senador por Ohio, J.D., como se le conoce popularmente, sufrió una infancia expuesto a la violencia, a las armas y al consumo de drogas en Middletown, Ohio, su localidad natal en ese estado vecino de Pensilvania, donde el expresidente Trump recibió un disparo en la oreja derecha este sábado.
Su despiadada realidad era la de muchas familias blancas en ciudades manufactureras de Estados Unidos en decadencia allá por la década de los noventa.
Las constantes peleas de sus padres desembocaron en un divorcio tras el que J.D. empezaría a usar el apellido Vance de su madre en vez del Bowman paterno; y su crianza recaería en su aguerrida abuela, a quien llamaba “Mamaw”, cuyas enseñanzas moldearon la persona y el político que es actualmente.
En su pequeña ciudad -ubicada en los Apalaches-, el pequeño J.D. Vance aprendió que la familia no se elige, pero que hay que quererla igualmente, que el cristianismo era su salvación y que, si alguna vez fallaba, siempre estarían las 19 pistolas que “Mamaw” guardaba en casa.
Ese acervo de valores tradicionales, y las ganas de cambiar de aires, lo motivaron para alistarse en el cuerpo de marines estadunidense y servir en el 2003 en la guerra de Irak.
En el 2005 su abuela falleció y J.D. entendió que su carrera militar había terminado y debía enfocarse en sus estudios en Ciencias Políticas y Filosofía en la Universidad Estatal de Ohio, que culminó con calificación ‘cum laude’, para dar el salto a la Facultad de Derecho de Yale.
J.D. decidió en el 2015, tras una década de boyantes trabajos entre bufetes y tecnológicas californianas, tomar tiempo para escribir sus memorias.
Se titularon Hillbilly Elegy (‘Hillbilly: Una elegía rural) y vieron la luz en el 2016 por HarperCollins y desde el principio fueron un bum en la industria editorial.
Medios como The New York Times o la CNN, donde poco después haría de comentarista político, consagraron las bondades de una obra con tanto impacto que se coló en la batalla presidencial entre el mismo Trump y la demócrata Hillary Clinton, y en el 2020 llegaría como película a Netflix.
“No puedo soportar a Trump. Temo que esté llevando a la clase trabajadora blanca a un lugar muy oscuro”, aseguró Vance en una entrevista con la radio pública NPR en el 2016.
J.D. había evidenciado hasta entonces un perfil más moderado y con vocación social, fundando incluso una oenegé para proteger a niños víctimas de entornos complicados como el suyo, pero fue virando en los últimos años hacia un conservadurismo más propio del núcleo MAGA (‘Make America Great Again’).
Ganó el puesto de senador republicano por Ohio en 2022. Ya ocupando ese cargo pidió disculpas públicas a Trump por las declaraciones de 2016 y las calificó como “un error”.