En la campaña del 2020, Biden recaudó $1,600 millones, en comparación con los $1,100 millones de Trump
La renuncia de Joe Biden a buscar la reelección ha resucitado la campaña de los demócratas no solo en su aspecto mediático y político, sino también en el económico, informó el diario español El Mundo.
En las horas siguientes al anuncio de Biden, dando su apoyo a la vicepresidenta Kalama Harris, buena parte de los pesos pesados del partido, desde la familia Clinton a la senadora Elizabeth Warren, se posicionaron con Harris. Pero también lo hizo el dinero, parte indispensable de un ciclo larguísimo y muy caro.
En la última semana, la campaña de Donald Trump había logrado recuperar la desventaja y acumular reservas para las próximas semanas, sobre todo para publicidad y actos en los estados indecisos, que son cinco o seis.
Los grupos de recaudación de fondos alineados con el candidato republicano recaudaron $431.2 millones entre abril y junio, $98.9 millones más que los grupos pro-Biden, que recaudaron $332.4 millones, según Financial Times.
Pero en las primeras siete horas de este domingo desde que Harris dio el paso al frente y dijo que intentará ser la candidata de los suyos, y la rival de Trump, las donaciones se dispararon. Más de $50 millones en un tiempo récord.
Harris necesita desesperadamente esos recursos y el partido necesita que ella sea la líder nominada en la Convención Nacional de agosto, para que disponga de todo el dinero captado por Biden hasta ahora.
Ella está en la candidatura y el resto de posibles opciones no, por lo que si otras alternativas salieran adelante este dinero no podría ser usado y habría que recaudar desde cero.
Donantes privados, millonarios y las SuperPAC, los instrumentos que permiten saltarse las limitaciones para aportaciones individuales, estaban ardiendo el domingo. En las últimas semanas, baluartes indispensables como los megáricos Stewart Bainum, Mark Pincus, Reed Hastings y Mike Moritz habían pedido a Biden que se hiciera a un lado y cortado el grifo temporalmente.
El inversor y filántropo Reid Hoffman, uno de los donantes demócratas más importantes y ancla de Biden, fue de los primeros en abrazar la causa de Harris.
“Kamala Harris es la persona adecuada en el momento adecuado. Donald Trump y JD Vance prometen una agenda que causará estragos en el pueblo estadounidense. Los antecedentes y el liderazgo de Harris en el crecimiento de la economía, la lucha por la autonomía corporal y la protección de nuestra democracia la posicionan de manera única para luchar contra el extremismo de Trump”, escribió en sus redes sociales.
Future Forward, la súper Pac proBiden financiada por Michael Bloomberg, Hoffman y el fallecido Jim Simons ha reservado $130 millones en anuncios desde finales de agosto hasta el día de las elecciones, el 5 de noviembre.
Otro importante multimillonario, Alex Soros, dijo que él también la respaldaba, como Way to Win, un importante grupo de donantes demócratas. En cambio, algunos de los conocidos como megadonantes claramente afines al Partido prefieren que en vez de una “coronación” haya “un proceso abierto”.
Es el caso de Reed Hastings, uno de los fundadores de Netflix, o el empresario de capital riesgo Vinod Khosla. Pero que en todo caso celebran la decisión de Biden: “Ahora tenemos esperanza”, afirman.
Siempre según los números del Financial Times, en el ciclo electoral actual, hasta finales de junio, la campaña de Trump y los comités de acción política afiliados han recaudado $757 millones de dólares, un pelín más que los grupos de Biden, con $746 millones de dólares.
Para comparar, en 2020, Biden y grupos externos recaudaron 1.600 millones de dólares, en comparación con los $1,100 millones de Trump, según Open Secrets, que rastrea datos sobre las finanzas de campaña y los lobbies.
La semana pasada, Elon Musk comprometió hasta $45 millones mensuales para la campaña de Trump, con la intención de decantar el voto de los indecisos en los cinco o seis estados clave, según los estrategas.