Estima que quienes se oponen a la obra están echando mano de un “terrorismo sicológico, emocional y social”
“El Corredor del Caribe es un Corredor de Vida, un Corredor de Esperanza, de porvenir. Por allí va a caminar y transitar el progreso, el desarrollo, el bienestar, el derecho a una mejor vida de la población permanente como flotante que representa el turismo tanto nacional como extranjero”, afirmó Cristóbal Valencia en una entrevista con NexTV.
Consideró “infortunadas” las expresiones de Navarro, al calificarlo como “Corredor de la Muerte”. Eso “enardeció” los pobladores de la región, opinó, que “quedó con la idea de que ese era un reflejo de la opinión del presidente Mulino”.
Valencia reconoció que las declaraciones de Mulino en su conversatorio de la semana pasada “sirvieron para dar un poquito de alivio a la gente” para “seguir manejando las cosas dentro del marco de la ley y no llegar a extremos”.
“El presidente dijo que él compartía la idea de que el Corredor del Caribe es una necesidad, pero que eso estaba en manos de la Corte Suprema, y lógico siendo una hombre de Derecho, con una alto grado de conciencia, dice que eso está en manos de la Justicia y no puede interferir”, señaló Valencia.
“Actualmente la población volvió a recuperar la esperanza y se quitó el temor de las declaraciones del ministro Navarro, porque la gente estaba muy resentida”, afirmó.
El dirigente de Portobelo explicó que la medida adoptada por la CSJ es provisional lo que mantiene a las comunidades de la región en estado de alerta.
“Queremos llevar esto por las mejores vías, por las vías pacíficas, dentro de la ley, para que las cosas no lleguen al extremo de que estén fuera de control”, planteó.
Valencia recordó que el Corredor del Caribe, una carretera de 25 kilómetros que une a Portobelo y la Costa Arriba de Colón, es una obra anhelada y esperada por toda las comunidades de la región, considerada la “Joya del Caribe panameño”.
“Es una necesidad que tiene toda esa población para mejorar su comunicación, sus facilidades de acceder a la salud, a los estudios, a la producción en general y sobre todo a ese gran rubro que todos queremos enfocarnos, que es el turismo”, señaló.
“Para que haya un buen turismo – aseguró-, tiene que haber una buena conectividad. Esa es la razón principal del Corredor del Caribe. Desafortunadamente, a pesar de que todos los procesos se ha hecho de manera correcta, aparecieron intereses privados que han afectado y han detenido la obra por el momento”.
Valencia dijo que la demanda presentada por grupos ambientalistas ante la CSJ para detener la obra “tiene muchas falencias”.
“La primera falencia podríamos llamarla falsedad de ideología, porque argumenta que se afectaba el Parque Forestal, el Parque Portobelo, el Parque Chagres, la Sierra Llorona, que destruía bosques primarios. Todo eso está comprobado que son mentiras, que nada de eso es cierto”, resaltó.
“Lo último que se intentó fue decir que debe ser anulada la consulta ciudadana del Estudio de Impacto Ambiental, categoría tres, que se hizo dentro de todas la reglamentaciones y todas la medidas estipuladas”, dijo Valencia.
Consideró que en “ese terrorismo sicológico, emocional y social” con el que atacan el proyecto, “lo último que se argumentó es que se violaba el acuerdo de Escazú y, si alguien lee ese acuerdo, se da cuenta de que no hacer el corredor si es violar el acuerdo Escazú”.
“El acuerdo de Escazú claramente dice que no otorga facultad a persona física, jurídica organizada, nacional o extranjera, para intervenir en las decisiones sobre el ambiente. Cada país debe tomar las mejores decisiones para cuidar el medio ambiente, el desarrollo sostenible, controlar la desigualdad, la discriminación y garantizar la protección de grupos vulnerables”, apuntó Valencia.
Comentó que la gente de Colón no quiere que la provincia sea declarada museo de obras inconclusas.
“La provincia de Colón tiene una colección de obras sin terminar, de obras abandonadas, que si el hospital, que si el Mariano Bula, que si el aeropuerto, que si el MINSA-CAPSI. Ahora le vamos a poner la joya de la corona que es el Corredor del Caribe”, detalló.
“En su primer tramo son 14 kilómetros y se ha extendido material y que corre el riesgo que si no se continua el daño ecológico a las fuentes hídricas va a ser mayor. Eso ahora mismo está generando una serie de problemas y más daño a la naturaleza de lo que argumentan los grupos ambientalistas opositores”, precisó.
Valencia comentó que ha tenido la oportunidad de conocer el avance de la obra y destacó los escenarios. “Es una belleza la vista, los parajes de la naturaleza. Puede verse el mar Caribe, los barcos esperando para entrar al Canal”.
“Este va a ser verdaderamente un corredor digno. Como toda obra, no es solamente para el beneficio inmediato de la población. Cualquier persona que llegue podrá disfrutar de esas belleza naturales invaluables que tiene la Costa Arriba del Colón”, afirmó.