El régimen ha ocultado las actas después de la elección y manipula al Tribunal Superior Venezolano para no hacerlas públicas
La popular líder de la oposición en Venezuela, María Corina Machado salió a agradecerle al presidente de Brasil, Lula Da Silva, que pidiera por la transparencia del escrutinio y la exhibición de las actas por las que el chavismo proclamó reelecto presidente a Nicolás Maduro, informó el diario argentino Clarín.
Fue mientras Lula visita Chile, donde se reunió con Gabriel Boric, que fue más enfático en reclamar a los documentos a Venezuela y llegó una dura respuesta. Diosdado Cabello, número dos del régimen, se radicalizó y lanzó una advertencia “al mundo”: “No estamos dispuestos a capitular bajo ninguna circunstancia”.
Con una merma en las manifestaciones opositoras producto del temor que sembró Maduro a fuerza de detenciones arbitrarias, policías y militares en las calles y amenazas por parte de los colectivos, los civiles armados que le responden, la esperanza opositora está puesta en los países de la región, especialmente en Brasil y Lula Da Silva.
Socio de Maduro, el presidente de la potencia sudamericana pasó de una distancia prudente a un giro contrario a los intereses del régimen.
El ocultamiento de las actas aún ocho días después de la elección y el recurso presentado ante el Tribunal Superior Venezolano, controlado por el chavismo, no alcanzan para la transparencia que piden desde Brasil.
El excanciller brasilero, Celso Amorim viajó a Caracas para intentar buscar una negociación. Se reunió con el chavismo y también con Edmundo González Urrutia, que se proclama ganador de la elección con el 67% y el 80% de las actas subidas a una web.
“Agradezco la posición nítida del gobierno de Brasil y del presidente Lula cuando ha exigido que se conozcan una a una las actas de votación del Consejo Nacional Electoral y que tengan una verificación independiente, que le de confianza a todas las partes”, afirmó Machado en un video, en el que también agradeció por la custodia de la Embajada de Argentina, donde hay seis asilados venezolanos.
“Necesitamos al pueblo de Brasil, confiamos en ustedes, que nos acompañarán en esta hora como a toda América Latina”, finalizó Machado.
Brasil, junto a México y Colombia buscan una salida al conflicto apalancados en que tienen trato con el régimen.
Pero apenas horas después del mensaje de Machado, Diosdado Cabello dio un discurso en la sede del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), donde del que es vicepresidente primero.
Lanzó una de sus habituales amenazas, pero esta vez no fue a la oposición, o a los “gobiernos de derecha”, sino para todos, incluso para quienes dudan adentro del chavismo.
“La revolución bolivariana, queremos aclararle al mundo entero, no estamos dispuestos a capitular bajo ninguna circunstancia. Así que los que se están inventando sus cuentos, se van a caer solos”, sostuvo vestido con una camisa roja y las letras del PSUV, que el sábado llamó “Boboric” al presidente chileno.
“La revolución bolivariana hoy, con los actos terroristas ejecutados por ese sector opositor, tiene la clara convicción de la radicalización de la revolución bolivariana para entregarle el poder a nuestro pueblo.
Al final fue el pueblo el que votó por Nicolás”, añadió Cabello, integrante de la mesa chica del régimen cada vez más aislado pero atrincherado en el poder. Y remató: “No nos van a detener amenazas de que nos van a sancionar”.
En su programa en la televisión estatal, el vicepresidente primero del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela se refirió a la marcha opositora donde María Corina Machado apareció por primera vez después de su paso a la clandestinidad.
Estas fuertes declaraciones aumenta la incertidumbre sobre la elección venezolana y el giro aún más autoritario de Venezuela.
En ese contexto, Brasil se torna clave y desde Itamaraty evalúan un viaje oficial del canciller Mauro Vieira, y no ya de Amorin, que es asesor especial de asuntos internacionales de Lula.