Presentará documento con propuesta que contiene una vertiente militar y una diplomática
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ultima los preparativos para presentar el jueves en Washington al presidente Joe Biden, una lista de ambiciosas peticiones que incluye que se invite ya a Ucrania a entrar en la OTAN, informó la agencia EFE
El paquete -al que el presidente ucraniano llama el ‘Plan de la Victoria- tiene como meta declarada reforzar la posición de Kiev ante una hipotética negociación con Rusia que la administración ucraniana espera comenzar antes de final de año en una segunda cumbre internacional impulsada por Zelenski.
El jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andrí Yermak, ha explicado que el documento tiene una vertiente militar y una diplomática.
“Debemos tener ventaja en el campo de batalla para forzar a Putin a detener las hostilidades”, dijo Yermak, que confirmó que el llamado Plan de la Victoria exigirá que se invite en firme a Ucrania a ingresar en la OTAN.
Yermak dio algunas pistas sobre lo que podría pedirse a Biden y a otros aliados -a los que el documento les será entregado posteriormente- al insistir en que se “incrementen y aceleren” los envíos de armas ya aprobados y se dote a Kiev de más misiles de largo alcance que además pueda utilizar contra objetivos situados en Rusia.
Por miedo a la reacción de Moscú, sus socios le prohíben a Ucrania utilizar este armamento contra territorio ruso.
Tanto la de que se le invite sin más retrasos a entrar en la OTAN como las relacionadas con la entrega más rápida de armamento y el uso sin limitaciones de misiles de largo alcance son peticiones que Kiev lleva haciendo prácticamente a diario desde hace meses.
De fundamentarse en ellas el ‘Plan de la Victoria’, como dejó entrever Yermak, el documento sería estrictamente un recopilatorio de viejas exigencias a las que Kiev no ha recibido por ahora respuestas satisfactorias.
Según dijo a EFE un diplomático de un país europeo que pidió el anonimato, la iniciativa es vista en las capitales occidentales como un ejercicio de voluntarismo del presidente ucraniano que podría ser fruto de la desesperación por la falta de buenas perspectivas para Kiev en el frente.