Cualquier análisis racional de una guerra nuclear entre esos países, sería catastrófico
Se acepta ampliamente, aunque no se declare abiertamente, que Israel tiene armas nuclerares y que Irán ha enriquecido suficiente material nuclear para construirlas.
Con eso en mente y dada la escalada de violencia entre ambos países, un equipo de expertos, liderados por Cham Dallas, del Instituto para la Gestión de Desastres, analizó las consecuencias médicas de un intercambio nuclear entre Irán e Israel en el futuro cercano, con especial atención a la distribución de las víctimas en entornos urbanos, informó el diario español La Razón.
A lo largo de 30 páginas, el equipo de Dallas, realizó diferentes estimaciones de modelos de víctimas de guerra nuclear utilizando modelos para evaluar la radiación de la explosión y mediante datos de la Agencia Nuclear de Defensa.
La radiación de la lluvia radiactiva se calculó con la Capacidad de Evaluación y Predicción de Peligros (HPAC) V404SP4 de la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa (DTRA), así como con aplicaciones de software de base de datos. También se calculó el pronóstico para las víctimas de quemaduras y las poblaciones afectadas para las áreas afectadas por datos térmicos, de explosión y de radiación.
Los resultados estimaron las víctimas por traumatismos, quemaduras térmicas y radiación en tres ciudades israelíes y 18 iraníes sobre una base geográfica.
Las detonaciones de armas nucleares en las ciudades densamente pobladas de Irán e Israel tendrán como resultado una cantidad sin precedentes de millones de muertos, millones de heridos que sufrirán sin la atención médica adecuada, una amplia base de problemas de salud mental persistentes, una pérdida devastadora de la infraestructura municipal, una interrupción a largo plazo de la actividad económica, educativa y otras actividades sociales esenciales, y un colapso de la ley y el orden.
En total se prevé un número superior a un número superior de 30 millones, con Teherán como la ciudad más afectada, con casi 7.3 millones de muertes, más del 90% de la población.
El equipo de Dallas sostiene que un conflicto nuclear provocará una respuesta médica muy limitada para los supervivientes.
“Las consecuencias para el manejo de la salud de los pacientes con quemaduras térmicas y radiación son las peores, ya que los pacientes con quemaduras requieren enormes recursos para su tratamiento y habrá poca o ninguna familiaridad con el tratamiento de las víctimas de radiación. Cualquier análisis racional de una guerra nuclear entre Irán e Israel revela resultados absolutamente inaceptables para ambas naciones”, concluye el estudio.