Había una relación fluida entre Varela, el banquero hondureño Atala y el expresidente Hernández
El empresario hondureño Camilo Atala Faraj, presidente del Grupo Ficohsa, era amigo cercano y uno de los financistas del expresidente Juan Carlos Varela.
En un intercambio de mensajes el 29 de junio del 2017, el exmandatario le comentó que no podía seguirle pagando los altos intereses que le cobraba y que iba a conversar sobre el tema con el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (2014-2022).
“Le dije a Juan Orlando, que me cobras 24%”, le escribió Varela. “Deja de llorar, ya te los bajé”, le respondió Atala. “Soy un presidente pagando 18% a sus tres años en el cargo”, se lamentó Varela.
Había una relación fluida entre Varela, Atala y el expresidente Hernández, quien terminó acusado de vínculos con el narcotráfico y fue extraditado a Estados Unidos en marzo del 2022, dos meses después de dejar la presidencia. Lo condenaron a 45 años de prisión por delitos de narcotráfico.
Su hermano, Tony Hernández había sido condenado tres años antes a cadena perpetua por la justicia estadunidense.
Cinco años antes, en diciembre del 2017, Varela había respaldado oficialmente la reelección de Hernández. Los comicios del 26 de noviembre, en los que se declaró ganador por un estrecho margen de votos, luego de dos escrutinios.
Pero una misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió llamar a nuevas elecciones porque “no puede dar certeza respecto al resultado”.
(Foto disturbios en Tegucigalpa noviembre/diciembre 2017)
El proceso, según la OEA, presentó diversas irregularidades lo que hacía “imposible determinar con la necesaria certeza al ganador”. Varela no respaldó la iniciativa que tuvo la adhesión de los principales gobiernos latinoamericanas.
Tres semanas de protestas de parte de los opositores a que Hernández permaneciera en el poder cuatro años más, se saldaron con 16 muertos y 1,600 heridos. Al final, Hernández conservó las riendas del gobierno hondureño hasta su trágico final.
El 19 de diciembre del 2017, el diputado y exministro de Comercio, Melitón Arrocha, según los Varelaleaks, fue el intermediario de un mensaje enviado a Varela por “empresarios allegados a Juan Orlando (Hernández)” quienes le pidieron que “Panamá reconozca al nuevo gobierno de Honduras”.
Como embajador de Panamá ante la ONU, el 28 de marzo del 2018, de acuerdo a los Varelaleaks, Arrocha le informó al exgobernante que Panamá había comprometido su voto con la candidata de Hernández para la presidencia de la Asamblea General de ese organismo mundial. La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, se impuso a la candidata hondureña.
En julio del 2017, Varela le agradeció a Atala el apoyo de Ficohsa a la empresa Varela Hermanos para garantizar la comercialización de Ron Abuelo en Honduras.
Hacia finales del año, el 2 de diciembre, Varela le pidió a Atala ampliarle en $250,000 la línea de crédito que anda por $1 millón.
De acuerdo a los Varelaleaks, el expresidente se quejó en ese momento porque “la vida pública” era un lío. “El salario no da ni para los trajes de la señora. Y para colmo todos los donantes emputados porque tienen a alguien detenido”, “Deja de llorar, culero (marica)”, fue la respuesta del banquero.
El jueves 17 de octubre del 2018, pasado el mediodía, Varela le dijo a Atala que iba a necesitar “ayuda tuya para terminar mi último año”. “Solo súbeme la línea a $1,250,000”, le pidió. “Prefiero pedirte prestado a ti que a estos rabiblancos acá”, le confesó. A la vez, puso a disposición del hermano de Atala su yate Centuria atracado, en ese momento, en un puerto de Miami, registran los Vareleaks.
Otro banquero extranjero amigo de Varela, era el colombiano Federico Salazar, presidente del Grupo Provivienda.
Salazar le pidió al expresidente, en enero del 2017, de acuerdo a los Varelaleaks, que sus cuatro hermanas, con residencia de inversionistas, que les diera pasaportes panameños. “Seguro, procedo”, le contestó Varela.
Según los Varelaleaks, el banquero conversó con el exmandatario sobre las necesidades de su mercado inmobiliario. A inicios del 2018 sacaron al mercado 350 casas “y las vendimos en un día”, le comentó, “pero no nos da margen de ganancia para seguir”.
Varela acordó crear condiciones para “ajustar” y “mover el bono” en referencia al Fondo Solidario de Vivienda y modificar la Tasa de Interés Preferencial. Como parte de un paquete de medidas, el presidente le propuso “revisar” el bono de $40,000 a $60,000.
Al mismo tiempo, de acuerdo a los Varelaleaks, el expresidente le sugirió a Salazar ver la Tasa de Interés Preferencial que tenía un techo de $120,000 y enfocarse en crear un mercado de casas de playas con ese valor.
“Solo cambias productos y nuevos proyectos”, añadió Varela.
En julio del 2018, Salazar le informó a Varela que habían suspendido la venta de casas de $50,000 porque “las cuentas no dan”. Esperaba la aprobación del Fondo Solidario hasta $60,000. En enero del 2019, Varela aumentó el Fondo Solidario hasta $60,000.
De acuerdo a los Varelaleaks, Salazar también buscó la intervención de Varela ante la magistrada Marion Lorenzetti, del Tribunal Administrativo Tributario (TAT), para que firmara un fallo “que tiene en su escritorio”.
“Estamos confiados en que es a favor nuestro, pero lo tiene hace días y nada que lo firma”, le explicó.
Era un caso del Grupo Provivienda por delito de defraudación superior a $300,000 y tenían en contra al director de Ingresos, Publio Cortés. “Eso con Publio lo perdemos de manera injusta”, le dijo Salazar.
Según los Varelaleaks, insistió en la necesidad de contactar a la magistrada Lorenzetti. “Ayúdame con la llamada a Marion (Lorenzetti)”, le rogó.
Salazar no era el único en problemas con Cortés. El lunes 20 de diciembre del 2016, el empresario Roberto Eisenmann, le escribió al presidente sobre su situación con la Dirección General de Ingresos (DGI).
“Publio (Cortés) me envió su regalo de Navidad. Cambió las reglas del juego. Ignoró el expediente. Aplicó lo de hace cinco años y en vez de los $992,000, se salió con $800,000 más intereses, multas”, le escribió Eisenmann a Varela.
“Puedes tener la seguridad de que no tengo nada que ver con esa decisión. Con mucho gusto puedo coordinar reunión con quien tú designes para ver el tema y que esté Publio presente”, le respondió Varela Y una hora más tarde le dijo que acababa de “conversar con Publio y le solicité formalmente que te llamara”.
“Perdone presidente, pero no tengo nada que hablar con Publio. Ya él decidió y perdió competencia. Él siempre quiso escurrir el bulto y lo pasó al TAT (Tribunal Administrativo Tributario). Ellos se lo devolvieron y ahora logró que terminara otra vez allí. Seguiremos peleando ante el TAT y luego la Corte (Suprema de Justicia)”, respondió Eisenmann.
Al final de la tarde, de ese mismo día, Varela volvió con el tema. Le escribió a Eisenmann. “Con todo el respeto, esto es un tema tributario de la DGI y no tiene nada que ver con ninguna posición controversial de personas naturales”.
El expresidente insistió 10 días después. “Siento es importante hablarle de frente (a Cortés). Pon un abogado de confianza que le diga todo eso. Yo me comprometo a armar la cita. Y solicitarle dé sus explicaciones”, le escribió Varela. Eisenmann reiteró que no tenía nada que hablar con Cortés.
En mayo del 2022, la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo de la CSJ ratificó que la empresa de Eisenmann, Desarrollo Golf Coronado, debía pagar impuestos por $800,000 en base a resoluciones de la DGI del 2012 y del TAT del 2019.