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Mulino dispone de $1,788 millones para pagar a proveedores y otras cuentas del Estado

Mulino dispone de $1,788 millones para pagar a proveedores y otras cuentas del Estado
Presidente José Raúl Mulino, Foto: Archivo

La espera ha sido larga para los proveedores del Estado. Es una deuda de millones de dólares heredada de la pasada administración.

La situación de los dineros que el Estado adeuda a contratistas fue abordada durante el último Consejo de Gabinete. De la reunión participó el contralor general designado Anel Flores, quien anunció que los montos para pagar estos compromisos ya han sido refrendados: son $1, 788 millones de dólares que deberán ser cobrados.

De estos pagos, que fueron refrendados entre el 13 de septiembre y el 24 de octubre, más de $643 millones corresponden al gobierno central, más de $623 millones a empresas públicas; más de $435 millones a instituciones descentralizadas, más de $70 millones a la banca privada; más de $6 millones serán destinados a municipios, $709 millones a intermediarios financieros, y $423 millones serán utilizadas en otras áreas.

Adicionalmente, el Ministerio de Economía y Finanzas asignó $877 millones que deberán ser pagados este año a los proveedores estatales. Esto a través del plan de contención del gasto, que fue establecido en el Presupuesto General del Estado de la actual vigencia.

Anel “Bolo” Flores, Contralor General de la República. Foto: Archivo

En la discusión en el Gabinete también intervino el presidente José Raúl Mulino, quien instruyó a los ministros y directivos de empresas públicas y entidades descentralizadas, para que contacten a contratistas y proveedores estatales para que se acerquen a las instituciones y comiencen el proceso de cobrar el dinero que se le adeuda.

Como requisito indispensable para que los proveedores puedan cobrar lo que les corresponde es menester que se encuentren en paz y salvo con la Caja de Seguro Social y la Dirección General de Ingresos.

El compromiso de Mulino de cancelar las deudas con los proveedores del Estado se remonta a los días previos de asumir la presidencia. Durante el discurso que ofreció después de recibir la primera comunicación por parte del Tribunal Electoral una vez culminados los comicios de mayo pasado. Fue un espaldarazo a la empresa privada, y en especial a aquellos contratistas que habían cumplido con sus compromisos adquiridos y de forma transparente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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