En su cuarto día en el cargo Trump firmó una orden ejecutiva que priorizaba la detención y remoción de amenazas graves a la seguridad pública
El gobierno del expresidente Donald Trump -y actual candidato republicano a la Casa Blanca- liberó a más del doble de migrantes criminales convictos en Estados Unidos que el del mandatario Joe Biden, e incentivó la llegada de más de ellos, según un análisis de datos oficiales a cargo del conservador Instituto Cato, informó la agencia EFE.
Durante el mandato Trump fueron liberados más de 58,000 “no ciudadanos con antecedentes penales”, incluidos cerca de 9,000 delincuentes violentos y más de 300 asesinos, mientras esta administración republicana se concentraba en destinar recursos para detener a los migrantes solicitantes de asilo, consigna el documento.
Esos cuatro años “no solo entraron más delincuentes al país, sino que Trump estaba liberando a muchos de ellos en Estados Unidos mientras llenaba los centros de detención con solicitantes de asilo”.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) “liberó a más del doble de personas condenadas por delitos en comparación con cualquier año durante la presidencia de Biden”.
Según el documento, desde que Biden dio prioridad a la expulsión de delincuentes, su administración ha liberado a un porcentaje menor de delincuentes que Trump.
De diciembre del 2020 a junio del 2024, el ICE redujo las liberaciones de delincuentes condenados en un 54%”, subraya.
El Instituto Cato recuerda que en su cuarto día en el cargo Trump firmó una orden ejecutiva que rescindió las políticas del Gobierno Obama que priorizaban la detención y remoción de amenazas graves a la seguridad pública.
Las políticas de Trump, que restaron prioridad a los esfuerzos para abordar la actividad criminal y se centraron en prohibir el asilo, llevaron a muchos más intentos de cruces ilegales por parte de personas con condenas penales.
Las acciones de Trump -señala el centro de estudios- no solo provocaron que los cruces de fronteras de criminales se triplicaran entre su primer y último mes en el cargo, sino que también revirtieron una década de progreso casi continuo en la disuasión de los criminales de intentar ingresar ilegalmente a Estados Unidos.