Busca sancionar a las instituciones educativas y docentes que permiten o realicen cualquier tipo de acoso o maltrato dentro de sus instalaciones
La Comisión de Educación, Cultura y Deportes de la Asamblea Nacional (AN) adoptó esta semana un proyecto de ley que establece la política pública de acción integral contra el acoso escolar y social.
“Busca reconocer el acoso escolar como una problemática en los niños y jóvenes en todos los niveles educativos, independientemente de su situación económica”, dijo Víctor Smoly, director ejecutivo de la Organización Global de Prevención Ante el Bullying (OGPAB), en declaraciones al diario La Estrella.
El acoso escolar ha alcanzado niveles alarmantes en Panamá, afectando la vida diaria de numerosos estudiantes, reconoció Smoly, tras un estudio en las 3,500 escuelas públicas y 800 escuelas privadas que existen en el país.
De acuerdo al diario, entre marzo y octubre de 2023, la organización realizó encuestas en los centros de educación y descubrió que en cada escuela existe un mínimo de dos niños al borde del suicidio.
“Hubo colegios donde detectamos hasta 18 casos de niños que han tenido pensamientos suicidas a consecuencia del bullying que viven a diario”, advirtió Smoly.
Tomando la cifra mínima como referencia, el director de la OGPAB hizo hincapié en que esta representa la posibilidad de contar con alrededor de “8,600 menores de edad al borde del suicidio en Panamá actualmente”.
En cuanto a las escuelas privadas, Smoly destacó que muchas de estas instituciones “están peor que algunos colegios públicos”.
Añadió que muchos de los centros privados declaran no presentar casos de bullying, “pero muchas veces esconden cosas peores”, entre ellos, maltratos y agresiones de docentes a estudiantes, xenofobia, abusos sexuales, tendencias pedófilas y suicidios.
El diputado Ariel Vallarino llevó el proyecto a la AN. El proyecto busca “involucrar a las familias y líderes comunitarios, docentes y a los propios estudiantes para erradicar el acoso en las escuelas” y “sancionar a las instituciones educativas y docentes que permiten o realicen cualquier tipo de acoso o maltrato dentro de sus instalaciones”.
En cuanto a las acciones necesarias para garantizar el debido manejo de dicho proyecto de ley contra el bullying y acoso escolar, Smoly informó que este sostuvo su primer debate el pasado 31 de octubre y dicha respuesta será resuelta en la segunda instancia.
Según Smoly, “las formas de bullying más comunes que hemos observado suelen ser el acoso verbal, como insultos, burlas y apodos degradantes, y el acoso social o relacional, que incluye excluir a las víctimas de grupos sociales y difundir rumores”.
Entre sus consecuencias citó la baja autoestima, ansiedad y depresión, “las cuales pueden limitar el desarrollo personal y académico de los jóvenes”, explicó. “El acoso escolar crea adultos débiles emocionalmente”, aseguró.
En cuanto a las medidas necesarias para lograr un ambiente seguro, el profesional comunicó sobre la importancia de la “práctica de valores, ser el ejemplo de las personas, ponerse en el lugar de los demás, pensar antes de hablar u ofender a alguien y ser una mano amiga, no una agresora”.