La prisión se encuentra ubicada en el departamento de Escuintla y reformada durante el último semestre, con capacidad para 250 reclusos de alta peligrosidad
El gobierno de Guatemala inició este domingo el traslado de reos de alta peligrosidad a una cárcel reformada para máxima seguridad, ubicada en el sur del país centroamericana, según confirmaron fuentes oficiales, informó la agencia EFE.
El traslado ha tenido lugar desde varias prisiones hacia la cárcel reformada, anteriormente conocida como El Infiernito y rebautizada como Renovación I, de acuerdo con el gobierno que preside Bernardo Arévalo de León.
La prisión se encuentra ubicada en el departamento de Escuintla, ubicado unos 60 kilómetros al sur de la Ciudad de Guatemala. La reformaron durante el último semestre, con capacidad para 250 reclusos de alta peligrosidad.
Por el momento, las autoridades no han brindado más información sobre la cifra de reos trasladados este domingo. Sin embargo, el ministro de Interior, Francisco Jiménez, indicó mediante sus canales oficiales que “en unas horas” divulgarán más detalles y le aseguró al presidente Arévalo que se cumplió la “misión” en la nueva cárcel.
El traslado de este domingo requirió de refuerzos en tierra y también vigilancia con helicópteros de las fuerzas de seguridad en la cárcel denominada “Pavón”, en las afueras de la Ciudad de Guatemala, de acuerdo a diversas fuentes.
Guatemala cuenta con alrededor de 20,000 personas privadas de libertad, de acuerdo a cifras oficiales del 2023, lo que representa aproximadamente un 300% de sobrepoblación en las cárceles del país centroamericano.
La renovación del reclusorio culminó el pasado 5 de noviembre con la presencia en el lugar del presidente Arévalo de León, quien advirtió que las cárceles ya no serán “centros del crimen”, ya que de acuerdo a diversos informes miles de extorsiones que se realizan mensualmente en Guatemala tienen su origen en las prisiones.
La nueva cárcel podrá recibir a 250 reos de alta peligrosidad, quienes serán controlados con un circuito cerrado de cámaras, además de máquinas de rayos X para vigilar todo lo que ingresa a la prisión, con base a datos divulgados por el ministerio de Interior.