Los separatistas no han conseguido apoyos para su causa, mientras el presidente electo estadunidense defiende la soberanía marroquí sobre el Sahara
Cuatro años después de que el separatista Frente Polisario diera por roto el alto el fuego con Marruecos, un centenar de saharauis han muerto y miles se han visto desplazados de la “zona colchón” del Sahara ante la presión militar marroquí, sin haber conseguido apoyos para su causa y con un presidente electo estadunidense que defiende la soberanía marroquí sobre ese territorio, informó la agencia.
Desde entonces se registran ataques esporádicos de una y otra parte, con escaladas contenidas como la del pasado sábado cuando un proyectil del Polisario impactó en las inmediaciones de un evento conmemorativo de la Marcha Verde en el que participaban responsables gubernamentales marroquíes que recordó el estado de guerra.
Durante el congreso trienal de enero del 2023, el movimiento independentista saharauí aprobó, como nueva estrategia, “intensificar la lucha armada” contra Marruecos en la excolonia española, administrada en un 80% por Rabat.
Pero en estos cuatro años, Marruecos se ha hecho con el favor de España y recabó en julio el apoyo directo de Francia para su plan de autonomía sobre este territorio, mientras, el Enviado Personal de la ONU para el Sahara, Staffan de Mistura, muestra su impaciencia por el bloqueo al proceso de paz y pidió ante el Consejo de Seguridad a Marruecos “que detalle su propuesta de autonomía”.
Con Estados Unidos como miembro permanente y con derecho a veto en el Consejo de Seguridad, Donald Trump volverá en enero a la Casa Blanca con la resolución bajo el brazo que aprobó poco después de la ruptura del alto el fuego, en diciembre del 2020, que reconocía la soberanía de Rabat sobre el excolonia a cambio del restablecimiento de los lazos entre Marruecos e Israel.
Tras una operación militar marroquí del 13 de noviembre del 2020 para expulsar a militantes saharauis que bloquearon durante semanas el paso fronterizo de Guerguerat entre el Sáhara y Mauritania, el Polisario dio por violada una tregua de 30 años y comenzaron los ataques.
El Frente Polisario dispara con artillería y Marruecos con drones, principalmente en la llamada ‘zona colchón’, una franja de tierra a lo largo de la frontera con Mauritania y Argelia.
Aunque Rabat ha reforzado su vigilancia, sobre todo desde el aire, lo que ha provocado un desplazamiento de miles de familias saharauis desde la franja del Sahara hacia los campamentos de Tinduf, en territorio argelino confirmaron EFE civiles nómadas que pastoreaban en esta zona.
Sin grandes acontecimientos en el campo de batalla, pese al coste humano, el Polisario reconoció los disparos del pasado sábado contra Mahbes aunque no asumió intencionalidad contra la ceremonia que conmemoraba la Marcha Verde, lanzada en 1975 por el difunto rey Hassan II para tomar el control del Sáhara Occidental, días antes de formalizarse el pacto de Madrid, en el cual España cedió el territorio a favor de Marruecos y Mauritania.
Para el analista marroquí, la ruptura del alto el fuego “acabó con la ilusión de la opción militar como solución y de la ilusión de los territorios liberados”, al referirse a la zona controlada por el Polisario donde los combatientes saharauis no pueden moverse libremente tras la operación militar de Guerguerat.