La CSS activó un plan de recuperación de cirugías
El gobierno avanza en sus planes de reducir la mora quirúrgica, una iniciativa a la que se ha referido el presidente José Raúl Mulino en sus discursos.
La mora en la cirugías y en la atención médica es uno de los problemas de arrastre del sistema de salud público. Pero actualmente la mora quirúrgica se encuentra en cero. Por lo menos en el caso del Instituto Cardiovascular y Torácico de la Ciudad de la Salud.
La reducción en la mora quirúrgica se logró gracias a los planes de recuperación de cirugías que implementa actualmente la administración de la Caja del Seguro Social. Y a la adquisición de los insumos necesarios, indicó el director médico Pedro Echeverría.
Como resultados, son varios los pacientes del Instituto Cardiovascular y Torácico que se han sometido a un procedimiento cardíaco y que después regresaron a casa.
Los implantes de marcapasos, cateterismos cardíacos y angioplastia coronarias sencillas y de alto riesgo, son algunos de los procedimientos realizados con patologías cardiovasculares que se han realizado en esta unidad.
“Estamos manejando, solo en procedimientos invasivos, aproximadamente 40 al día. Hacemos ecocardiogramas, holter y una serie de procedimientos no invasivos, que si los sumamos todos, hay una producción de 200 al día”, detalló Echevarría.
Asimismo, el Instituto Cardiovascular, como parte de la atención que brinda en materia de procedimientos quirúrgicos, realiza cirugías cardiovasculares y revascularizaciones coronarias, cambios de válvulas y transcatéter.
La prestación de servicios de alto costo y baja mortalidad forma parte de una política encaminada a preservar la salud y garantizar el bienestar de la población asegurada.
Dentro de los procedimientos invasivos, destaca, por su complejidad, la cirugía cardíaca. Echevarría explicó cómo los cirujanos detienen el corazón para tratar de resolver la situación que aqueja al paciente, que es sometido a un soporte de vida. Esto se hace a través de una “máquina corazón-pulmón”, detalló el especialista.
El aumento de la eficiencia en la atención a las patologías cardiovasculares se da en un entorno de alta demanda de servicios médicos, de merma en los insumos y de problemas en la rotación de pacientes.
Una situación que el equipo liderado por Echeverría se ha esforzado en cambiar, hasta lograr reducir el número de casos pendientes de atención y que solo queden “pacientes de muy alta complejidad”, que se encuentran bajo evaluación previa a algún procedimiento.
“Estamos ya tratando a pacientes que están fuera de la institución, que vinieron después de la pandemia, que nunca habían recibido su tratamiento y están siendo traídos para su manejo”, manifestó.
Uno de los beneficiados ha sido Ernesto Choy, paciente jubilado que estuvo seis meses hospitalizado de urgencia antes de que en una semana lo sometieron a un procedimiento de vida o muerte. “Tres días estuve en semiintensivo, en donde la atención fue excelente”.
Choy no tuvo queja de la atención proporcionada por los médicos que lo atendieron, de quienes destacó su juventud. Tampoco de la comida ni de las habitaciones. Todo fue de “primera línea”, calificó.