Los 125 Estados miembros de la CPI, entre los que están el Reino Unido y los países de la Unión Europea, tienen la obligación de cooperar.
La comunidad internacional ha mostrado su respaldo a la orden de detención de la Corte Penal Internacional (CPI) contra el jefe del régimen israelí, Benjamin Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant, por crímenes de guerra y lesa humanidad en Palestina, con el esperado desmarque de su socio incondicional, Estados Unidos, y otros países cercanos a Israel, informó la agencia EFE.
La Unión Europea, Francia, Irlanda, Países Bajos, Colombia, Jordania o Suráfrica, país este último que presentó una acusación de genocidio contra Israel el 29 de diciembre ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), han sido de las primeras naciones en reaccionar públicamente en favor de la orden de la CPI.
“No es una decisión política, es una decisión de un tribunal internacional de justicia y la decisión del tribunal tiene que ser respetada y aplicada”, dijo el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
París, a través del portavoz del Ministerio de Exteriores subrayó su apoyo a “la acción del fiscal de la Corte, que actúa con total independencia”, aunque preguntado sobre si las autoridades francesas arrestarían a Netanyahu en caso de que entrara en suelo francés, evitó comprometerse.
La CPI no tiene una fuerza policial para arrestar sospechosos, pero sus 125 Estados miembros, entre los que están el Reino Unido y los países de la Unión Europea, tienen la obligación de cooperar. Ni Estados Unidos ni Israel forman parte de este tribunal.
El ministro neerlandés de Exteriores, el liberal conservador Caspar Veldkamp no se anduvo con ambigüedades y aseguró que si Netanyahu “pisa suelo neerlandés, será arrestado”.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro no dudó en calificar a Netanyahu de “genocida” y también instó a acatar el fallo de la CPI.
Más allá del posicionamiento de los gobiernos, organizaciones como Human Rights Watch (HRW) celebraron la decisión.
“La orden de la CPI derriba la percepción de que ciertos individuos están por encima de la ley y eso es aún más importante dados los intentos descarados de obstruir el rumbo de la justicia en la corte”, señaló el director de justicia internacional en HRW, Balkees Jarrah.
Washington, que el miércoles no dudó en emplear por cuarta vez su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU a favor de Israel para impedir la imposición de un alto el fuego en Gaza como defendían los otros 14 miembros del máximo órgano de la ONU, se ha vuelto a poner de lado de Israel, mostrando su rechazo frontal a la orden de arresto.
“Estados Unidos rechaza fundamentalmente la decisión de la Corte de emitir órdenes de arresto contra altos funcionarios israelíes”, dijo a EFE un portavoz de la Casa Blanca.
Para el vocero, “Estados Unidos ha dejado claro que la CPI no tiene jurisdicción sobre este asunto”, como defendía Israel. Una postura que ha sido rechazada de manera unánime por la CPI.
Junto con Estados Unidos, Hungría, Paraguay y Argentina también han levantado la voz en favor de los sospechosos de perpetrar crímenes de guerra y han disparado sus críticas contra la CPI.