Espera lograr la tarjeta verde en próxima evaluación, una roja impediría exportar productos del mar
Tal acción forma parte de uno de los requisitos básicos que está requiriendo la UE para sacar al país de la tarjeta amarilla que lo mantiene como país no cooperante en la lucha contra la pesca ilegal no declarada y no reglamentada.
La próxima auditoría será a mediados de 2025, por lo que Panamá trabaja a toda máquina para lograr una calificación positiva para la actividad pesquera del país, de lo contrario, sería una tarjeta roja, la mayor sanción que impediría exportar productos panameños a mercados como Estados Unidos y la UE, que son fundamentales para Panamá, destacó Carrasquilla.
El alto funcionario de la ARAP expresó que una calificación verde permitiría asegurar a Panamá el acceso permanente al mercado europeo, incluso incrementarlo, ya que es un mercado que el país no está aprovechando al máximo, por lo que cree y confía que la instauración de una tarjeta verde el próximo año garantizará inversiones importantes en el sector pesquero en el país, generando gran cantidad de empleo y actividad económica.
El funcionario explicó que se tiene un conjunto de estrategias para atacar eso y para ello se pretende dar comienzo a los aspectos tecnológicos y contratar para el próximo año un sistema de trazabilidad que se basa en un seguimiento al proceso pesquero desde la captura del pez, hasta la comercialización final, asegurando que el mismo provenga de una pesca legal.
En síntesis, indicó el responsable de las actividades pesqueras y acuáticas del país, se deben fortalecer la vigilancia y el control de todas las actividades pesqueras, lo que implica incrementar los esfuerzos para fiscalizar las actividades y para ello dentro de las acciones a tomar está el nombramiento y la puesta en marcha en febrero próximo de un equipo de inspectores en aproximadamente 36 plantas procesadoras que existen en Panamá dedicadas a la compra, procesamiento y exportación de productos del mar.
Igualmente está contemplada la compra de un conjunto de naves patrulleras marinas de 35 pies que permitirán que la ARAP esté de la mano con la actividad de la pesca en las aguas nacionales, reclutar un equipo humano calificado que esté a un nivel de cumplimiento importante y pueda estar diariamente al lado de las faenas de pesca en aguas nacionales, garantizando que se cumpla con las zonas permitidas, artes de pesca correctos, las especies correctas y que las vedas sean respetadas.
Carrasquilla aseguró que la ARAP realiza el monitoreo electrónico a través de una plataforma, con lo cual la institución ha avanzado en esa materia y la Unión Europea lo ha reconocido. Queda pendiente el control de las plantas procesadoras, tanto en legalidad pesquera como sanitaria.
Sostuvo también que existe un interés internacional de establecer a Panamá como un hub de exportación importante hacia los mercados de Europa, Asia y Estados Unidos y para ello se está trabajando con un equipo muy calificado en ARAP, con experiencia en temas marinos y pesqueros, que permitirá implementar todas estas acciones en los próximos seis meses y estar listos para lograr la anhelada tarjeta verde.