“Europa no ha estado a a la altura”, dijo Zurabishvili ante el Parlamento Europeo, mientras en Tbilisi se viven protestas por la injerencia electoral de Moscú
Los enfrentamientos violentos en Georgia entre la policía, dirigida por un gobierno con sensibilidades prorrusas, y los manifestantes, que piden el acercamiento a la Unión Europea, han recordado a las protestas del Euromaidán de Ucrania en 2014, que terminaron con una invasión rusa del país, informó el diario español El Periódico.
Tanto en Georgia ahora como en Ucrania entonces, el gobierno está girando subrepticiamente el rumbo del país más hacia Moscú y menos hacia Bruselas. El Ejecutivo de Tbilisi ha decidido aplazar hasta 2028 las negociaciones de adhesión a los Veintisiete.
El partido en el poder, Sueño de Georgia, fundado por un magnate que hizo fortuna en Rusia, asegura que ganó las elecciones legislativas del pasado 26 de octubre. Y el Parlamento, boicoteado por la oposición, ha elegido como presidente al exfutbolista y político ultraderechista, Mijeil Kavalashvili.
En ese contexto de alta tensión, la visita al Parlamento Europeo de la presidenta saliente de Georgia, Salomé Zurabishvili había levantado una gran expectación.
Ella se niega a ceder la presidencia a finales de este mes hasta que se celebren nuevas elecciones. Pero los Veintisiete no apoyan esa repetición electoral, a pesar de que reconocen las irregularidades en el proceso.
“Europa no ha estado a la altura. Saben que los georgianos están luchando y siguen esperando que Bruselas tome medidas contundentes, y lo mismo de Washington. Europa tiene que actuar. Si no puede presionar a un país de 3.7 millones de personas, ¿cómo va a combatir a los gigantes del siglo XXI”, ha dicho Zurabishvili en un discurso de media hora antes los eurodiputados reunidos en el Pleno del Europarlamento en Estrasburgo (Francia).
Ha listado una serie de irregularidades en las elecciones (“sobre el voto electrónico y el reconocimiento facial”), campañas de desinformación y ataques a los medios independientes en una clara “rusificación” del país. Ha pedido que la UE dé apoyo político a las fuerzas europeístas dentro del país. “Europa tiene que pedir unas nuevas elecciones como único camino a la paz. O hay nuevas elecciones, o acabaremos en un lugar muy distinto del actual”.
Georgia fue invadida por sorpresa el 7 de agosto del 2008 por Rusia, con el apoyo de las autoproclamadas repúblicas prorrusas de Osetia del Sur y Abjasia.
El conflicto duró poco. El 12 de agosto, el entonces presidente Dmitri Medvédev ordenó el fin de las operaciones militares. Se firmó un acuerdo de paz a propuesta de la Unión Europea.