“Hay agentes y personal militar chinos vestidos de civil en el Canal”, opina analista en la revista Newsweek

China tenía la intención de usar la fuerza en el otro lado del mundo, en consecuencia, la próxima guerra global podría comenzar con un accidente en el Canal

“Es casi seguro que en el Canal de Panamá allí hay agentes y personal militar chinos vestidos de civil”, opinó esta semana en la revista Newsweek, el analista internacional y escritor estadunidense Gordon G. Chang.

Recordó que el 25 de diciembre, el presidente electo publicó en su red Truth Social: “Feliz Navidad a todos, incluidos los maravillosos soldados de China, que con amor, pero ilegalmente, operan el Canal de Panamá”.

“Es cierto que actualmente no hay soldados uniformados del Ejército Popular de Liberación estacionados en la Zona del Canal. Sin embargo, ese no es el final de la historia”, añadió.

En su artículo “¿China iniciará la próxima guerra mundial en el Canal de Panamá?”, Chang se refirió a las palabras del presidente José Raúl Mulino, en respuesta a las aseveraciones de Trump.

No hay absolutamente ninguna interferencia o involucramiento chino en nada que tenga que ver con el Canal de Panamá”, dijo en una conferencia de prensa el 26 del mes pasado. “No hay chinos en el canal, ni chinos ni ninguna otra potencia mundial en el canal”. “No hay ni un solo soldado chino en el canal”, añadió.

Chang, autor de “Plan Rojo: El proyecto de China para destruir Estados Unidos y el próximo colapso de China”, asegura que “el Canal es un cuello de botella que Beijing busca controlar e indudablemente cerrar en los momentos previos a la próxima guerra global”.

“Por lo tanto, Trump tuvo razón al resaltar el tema en su saludo navideño a los ateos de China”, añadió.

 

Chang comentó que el corresponsal de guerra, Michael Yon, que estaba en el Canal, le dijo que “Panamá tiene una chuleta de cerdo gigante alrededor del cuello”. “Se llama Canal de Panamá y alguna bestia hambrienta querrá tomarlo”.

Señaló que Trump expresó el mismo sentimiento, diciendo que Estados Unidos nunca permitirá que la vía fluvial “caiga en las manos equivocadas”, en referencia a China.

“¿Caer?”, se pregunta Chang. “El Canal –y el propio Panamá– ya han caído en la canasta de China, y el régimen chino ciertamente está en condiciones de cerrar la vía fluvial”, aseguró.

Puso como ejemplo que CK Hutchison Holdings, a través de su participación en Panama Ports Company, opera un puerto en Balboa, en el extremo Pacífico del Canal, y en Cristóbal, en el extremo Atlántico.

Hutchison, por tanto, es el mayor operador portuario del Canal. La Autoridad Marítima de Panamá renovó la concesión de Hutchison por 25 años a los dos puertos.

Según Chang, Hutchison es nominalmente una empresa privada en Hong Kong, pero en el sistema del Partido Comunista, ninguna entidad de la República Popular puede ignorar o desobedecer una orden de la dictadura gobernante.

“En tiempos de guerra, estas instalaciones, aunque fueran de propiedad privada, estarían controladas por el Ejército Popular de Liberación”, dijo Chang.

 

Repitió declaraciones de la general Laura Richardson, exjefa del Comando Sur.

“Estuve en Panamá hace aproximadamente un mes y volé a lo largo del Canal de Panamá y observé todas las empresas estatales de la República Popular China a cada lado del Canal de Panamá”, dijo la general Richardson. “Parecen compañías civiles o empresas estatales que podrían usarse para un doble uso y rápidamente convertirse en una capacidad militar”.

Chang también reprodujo una conversación con Evan Ellis, profesor de Estudios Latinoamericanos en la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos.

“Hay numerosas maneras en que un actor informado como la República Popular China, sus empresas y agentes, podrían cerrar temporalmente el Canal”, le dijo Ellis. “El riesgo no proviene tanto del control físico de los puertos a ambos lados del canal, sino más bien del conocimiento y el acceso que provienen de las importantes actividades comerciales y de otro tipo de China en todo Panamá”.

Chang dijo que la presencia comercial, entre otras cosas, proporciona a China bases para actuar. Además, China está integrada en la infraestructura de la zona, incluidos los sistemas de telecomunicaciones suministrados por Huawei Technologies, así como cámaras de vigilancia y otros equipos proporcionados por Hikvision.

 

Y luego está el cuarto puente sobre el Canal, cuya construcción China se encuentra ahora en las primeras etapas.

Hasta ahora, como le informó Yon, solo hay estribos, pero pronto habrá un tramo sobre el agua. Como señala el corresponsal, los chinos pueden diseñar o construir la estructura de manera que se pueda derrumbar fácilmente.

“Recordemos lo que ocurrió cuando un buque portacontenedores se quedó sin energía y chocó contra un muelle del puente Francis Scott Key en el puerto de Baltimore en marzo pasado. El puerto fue cerrado mientras las grúas liberaban el barco y retiraban el acero y el concreto. Ahora imagina lo que pasaría si los chinos embistieran un puente o una esclusa del Canal en Panamá”, le comentó Yon.

Hay muchas otras formas de cerrar el Canal, y funcionarios estadunidenses y panameños las han catalogado y desarrollado planes de contingencia. Desafortunadamente, estas precauciones probablemente no sean suficientes, aseguró Chang, en el semanario Newsweek.

“Al igual que con el terrorismo, como nos recuerdan los trágicos acontecimientos de Nueva Orleans, cuanto mayor sea el acceso y el conocimiento que tenga el adversario, en un espacio de tránsito abarrotado con numerosos objetivos posibles, más difícil será protegerse contra todas las contingencias en todo momento”, le comentó Ellis a Chang.

 

A pesar de los pilotos experimentados del Canal que dirigen los barcos a través de la vía interoceánica, en tiempos de paz se producen accidentes. Basta pensar en cuántos contratiempos podrían ocurrir si alguna parte hostil intentara causarlos, afirmó Chang.

“La Marina de los Estados Unidos –concluyó- , en previsión de una guerra en el este de Asia, utilizaría el Canal para trasladar barcos y submarinos del Atlántico al Pacífico. Un incidente en la vía fluvial, como advierte Ellis, podría ser una indicación temprana, quizás la primera, de que China tenía la intención de usar la fuerza en el otro lado del mundo.

En consecuencia, la próxima guerra global podría comenzar con un accidente en Panamá”.