Algunas casas en barrios arrasados por los incendios han logrado salvarse, y existe temor de que aumente el número de víctimas
Al menos 27 personas han fallecido en los incendios que vienen arrasando el área metropolitana de Los Ángeles desde el 7 de enero. Pese a los esfuerzos de los bomberos, actualmente siguen activos dos focos, que aún no están bajo control, informó el diario español La Razón.
El incendio que más preocupa es el que ha afectado a la comunidad de Palisades, ya que según han informado las autoridades, el pasado viernes estaba controlado tan solo en un 39%. Este foco ha arrasado con unas 15,000 hectáreas, además destruir y dañar algo más de 4,000 estructuras. Se espera que esta cifra siga subiendo.
El segundo de los incendios en los que se tiene puesto el foco es el de Eaton, controlado en un 65% y que ha arrasado con cerca de 8,000 estructuras.
Las imágenes de barrios enteros calcinados y llenos de escombros han recorrido el mundo, no obstante en algunos de estos se han dado un fenómeno cuanto menos llamativo.
Se ha podido observar como algunas casas han logrado resistir a las llamas, pese a verse rodeadas por la devastación. Los expertos ya han comenzado a estudiar qué puede haber pasado, y estás con algunas de sus conclusiones.
Como apuntan desde la Radio Nacional de Estados Unidos, algunos de los vecinos que adoptaron medidas de seguridad, tanto en sus hogares, como en los alrededores, han logrado evitar perderlo todo.
Entre estas medidas se incluye la limpieza de la vegetación próxima a la vivienda, especialmente si es inflamable. Algo que viene contemplado en los requisitos de construcción del Estado de California, y que se aplica en aquellas zonas que tienden a ser propensas a los fuegos.
El analista forense de edificios, Steve Hawks explica a la NPR que los incendios forestales a menudo se propagan a través de brasas, que son dispersadas por el viento y que en contacto con la vegetación pueden llevar al fuego a extenderse. Aquí es donde entra la legislación de Los Ángeles, que incluye una serie parámetros relativos a la poda o plantación, entre los que se busca que las plantas o arbustos decorativos del vecindario no estén en contacto entre sí, o con la vivienda, a modo de cortafuegos.
En esta línea, el experto también apunta a la importancia de dejar una distancia de seguridad entre las distintas edificaciones, de nuevo de cara a evitar la propagación.
Un análisis realizado tras el paso del incendio de Palisades, ha demostrado que los daños fueron más graves en las viviendas que tenían menos de seis metros de separación. El tercer y último fenómeno que explica por qué algunas casas se salvaron en barrios completamente arrasados, es el uso de materiales ignífugos.
Muchas de las viviendas salvadas eran de nueva construcción y tuvieron que cumplir con ciertos códigos de construcción, los cuales recogían el uso de materiales resistentes al fuego.