Sostiene que “la trama del caso chino estuvo plagado de engaños, truculencias y tensiones no solo con Taiwán, también con Estados Unidos”
Ante las abrumadoras evidencias de la forma lesiva para los intereses nacionales por la manera oscura y tenebrosa cómo el expresidente Juan Carlos Varela urdió el establecimiento de relaciones con China, el periodista Demetrio Olaciregui, afirmó que “de lo menos que puede hablarse es de transparencia”.
Varela -conocido con los apodos de Tortugón y Cachaza, por sus implicaciones en el caso Odebrecht y los $10.7 millones que le entregó la constructora brasileña, ante las implicaciones de su ruptura con Taiwán para echarse en los brazos de China-, dijo que el establecimiento de esas relaciones “se hizo con transparencia y dignidad”.
“En toda la trama del caso chino, lo menos que puede aludir Varela es a la transparencia porque todo el proceso estuvo plagado de engaños, truculencias y tensiones no solo con Taiwán, también con Estados Unidos, por la implicación en temas de seguridad”, afirmó Olaciregui. “¿Cual transparencia? No sea descarado”, remachó.
Al respecto, el presidente José Raúl Mulino, señaló a Varela como “responsable indirectamente” de la actual crisis con Estados Unidos en torno al Canal, producto de una “una negociación turbia” al establecer lazos diplomáticos con China.
“Millones de dólares, entre otras cosas. Pero nadie le pregunta nada. Él no puede salir del país, así que por ahí debe andar. Tiene que echar el cuento. Varela tiene que echar el cuento”, añadió Mulino.
Plagado de irregularidades
En su declaración, a través de un video, Varela aseguró que “el establecimiento de relaciones con China no afectó la relación estratégica, comercial y de seguridad con Estados Unidos”.
Afirmó que tampoco comprometió la neutralidad del país ni la operación del Canal.
Los hechos demostraron todo lo contrario.
Desde el 2015, cuando el Tortugón-Cachaza inició las negociaciones secretas, hasta que se consumó el proceso en junio del 2017, existe documentación para asegurar que el proceso estuvo plagado de irregularidades que comprometieron aspectos de seguridad nacional.
Gran parte de esa urdimbre está contenida en los Varelaleaks, que ensegundos.com.pa ha estado desvelando en los últimos meses.
El primer fiasco fue con Taiwán, tradicional amigo de Panamá. Un año antes del establecimiento de relaciones con China, mientras la negociación estaba en curso, Varela recibió con honores en Panamá a la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen.
Firmó un acuerdo mediante el cual Taipei garantizaba $72 millones para proyectos de cooperación durante el quinquenio varelista. El expresidente viajaba por el mundo en un Embraer Legacy 600 donado en diciembre del 2009 por Taiwán, a un costo de $22 millones, al gobierno de Ricardo Martinelli, del cual fue vicepresidente y canciller.
Un dato adicional. En agosto del 2017, el exministro de la Presidencia, Álvaro Alemán, urgió al expresidente para que publicara en la Gaceta Oficial la renovación del contrato de concesión a la empresa taiwanesa CCT Evergreen, administradora de un puerto en Colón.
Alemán razonaba que no publicarlo era “una arbitrariedad” y exponía “al Estado a una reclamación”. Por el contrario, Varela consideraba que era “una baraja que tenemos frente a una futura negociación de un acuerdo con Taiwán”.
En el camino hubo muchas advertencias. Una de ellas del empresario Stanley Motta, quien le aconsejó no “desafiar” a Estados Unidos para “bailar” con China.
También le recomendó permitir que Taiwán abriera una oficina comercial en Panamá, desconociendo que como prerrequisito del establecimiento de relaciones, Pekín había exigido desaparecer toda presencia de Taipei en Panamá.
Desde la Casa Blanca, Juan Cruz, entonces responsable del Consejo de Seguridad para América Latina, le advirtió a Varela que tuviera cuidado de “no recibir una bala perdida” por entregarse a China.
“Yo no les pedí un dólar a los chinos”, fue la respuesta de Varela a Cruz, según está registrado en los Varelaleaks. “Mal enfoque”, le respondió Cruz. Varela contesto: “Bueno me tocará pagar el precio”.
El expresidente no ha podido borrar el mensaje de Jorge Barakat, exadministrador de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP). “Presidente, sugiero no mencionar la donación del billón de yuanes ($145 millones) porque puede dar la impresión de que fue el precio por la ruptura con Taiwán”, le escribió a Varela a la 1:48 de la madrugada del domingo 19 de noviembre del 2017. Esa “donación”, no entró al Tesoro Nacional.
Barakat, añadió en el mismo mensaje de texto: “Usted ha manejado todo muy bien y es mejor esperar que arranque el proyecto educativo totalmente”. Si los $145 millones tenían relación con educación, no hay registro de tales proyectos.
Bajo demanda de abogados, el Ministerio de Educación certificó que los chinos no habían financiado ningún proyecto educativo y no existía registro de cooperación económica alguna.
¿Y la venta de ron Abuelo? El viernes 15 septiembre 2017, a las 9:37 de la mañana, el exembajador de China en Panamá, Weing Wei Hua, le dijo a Varela que estaban por cerrar un acuerdo con la empresa Varela Hermanos.
“Su hermano (Luis José Varela, gerente) de la empresa, ya se comunicó conmigo sobre tema de compra de licores”, le escribió. Comentó que estaba saliendo para el hotel Miramar Intercontinental para firmar el acuerdo.
“Excelente que se tenga la fecha”, contestó el presidente.
El embajador chino le dijo que “$38 millones se firmarán ahora de compra China a Panamá, en 30 minutos”. A las 2:33 de la tarde de ese mismo día, se produjo un nuevo intercambio con Varela.
“Ya se firmaron, todo un éxito, pero un pequeño comienzo nada más”, le escribió Weing. “Excelente, muchas gracias”, fue la respuesta del expresidente.
Dos meses después, el 6 de diciembre del 2017, Varela le pidió a su exjefe de gabinete, Ronald Campbell, que coordinara “prestarle” al exembajador de China el avión presidencial, que había sido donado por Taiwán. No se especificó destino.
Con su socia, la empresaria Janeth Pool, Varela coordinó la venta, en enero del 2018, de un terreno en Pacora a la firma china Company Introduction Ownership Structure.
El terreno valía $55 millones y Varela le aconsejó venderlo en $40 millones. “Necesito vender esas tierras”, le urgió el expresidente.
“Vaya que le den” a Pence
Sobre el tema de transparencia en sus tratos con China, Varela recibió, el 13 de septiembre del 2017, un mensaje de su entonces embajador en Washington, Emanuel González Revilla hijo.
Le comentó que el Departamento de Estado, cuestionaba la “transparencia” con que se habían establecido los tratos con China. “Nosotros siempre hemos dejado clarísimos que Panamá nunca ha pedido ni pedirá nada a cambio de establecer relaciones con China”, le respondió Varela.
Una semana después González Revilla le comentó que en los círculos latinoamericanos en Washington había amanecido el rumor de que “Panamá estaba abanicando a otros países para que se cambiaran a China”.
El 21 de septiembre, Varela le adelantó a González Revilla, que estaba pensando “ponerle visa a los americanos”.
El 4 de octubre, González Revilla le informó a Varela que el exvicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, había dado un duro discurso contra China. “No mencionó a Panamá directamente, pero sí hizo referencia a que tres países de la región habían abandonado a Taiwán”, aclaró. “Vaya que le den”, fue la reacción de Varela.
Si el proceso hubiera sido transparente, no se habría producido el choque con Washington ante el compromiso de Varela de entregarle a China cuatro hectáreas en Amador para construir su nueva embajada.
El tema de la ubicación de la sede de la embajada de China en Panamá, fue manejado por Varela como secreto absoluto. Cuando el caso reventó, enfrentó una creciente ola de rechazo.
De acuerdo a los Varelaleaks, el expresidente despotricaba contra los opositores a la ubicación de la embajada asiática. Los llamaba “imbéciles”, “gente que hace huevadas”.
Sus asesores, como el banquero Pancho Sierra, le advirtieron que el tema estaba “generando una crisis con Estados Unidos por un terreno en un lugar equivocado”.
En septiembre del 2018, Cruz, le escribió al expresidente que “éste fastidio de la embajada china tiene muy descontento a Trump y Estados Unidos”. Comparó el escenario como “un campo de minas” al tratarse de “un tema súper delicado”.
Le explicó que Washington consideraba que los chinos “representan un peligro porque están tomándose el Canal. Invasión by chinese. Todo ese drama. Temas ocultos”.
“Eso es ridículo”, reaccionó Varela.
El 21 de septiembre del 2018, Varela recibió “amenazas de los gringos” de cancelar el visado “a funcionarios que tienen que ver con China”. El Consejo de Seguridad Nacional le advirtió que autorizar la embajada china en Amador podría hacer peligrar la asistencia militar de Washington.
A qué vino Pompeo
Si todo se hizo con transparencia, como asegura Varela, ¿a qué vino por cuatro horas a Panamá, el exsecretario de Estado, Mike Pompeo? La visita se produjo en octubre del 2018.
Poco antes de su llegada, Varela le dijo a la exvicepresidenta y excanciller, Isabel Saint Malo, que no quería el tema de China “en la agenda de hoy” con Pompeo, “si lo trae seré, cortante”.
La realidad es que las cosas no salieron bien. Pompeo reveló el contenido de su conversación privada con el expresidente.
“Le dejó claro a Varela su preocupación porque Panamá pudiera convertirse en una base para la creciente expansión china en el hemisferio occidental. Pompeo también advirtió a Varela sobre la presencia de empresas estatales chinas en Panamá que participan en actividades económicas depredadoras, como préstamos y obras de infraestructura”, reseñó The New York Times.
Luego se produjo la crisis por la ruptura del contrato con la empresa General Dynamics -un conglomerado canadiense dueño de empresas estadounidenses del sector aeroespacial y militar-, que por $23 millones establecería un centro de vigilancia en Colón mediante un sistema de cámaras de seguridad.
Varela rompió abruptamente el contrato y se lo cedió a la empresa china Huawei Technologies, que en ese momento representaba riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos. Estaba en una lista negra como parte de sistemas para obtener información de inteligencia para Pekín.
El asunto hizo crisis, según registros de los Varelaleaks. En la tarde del martes 8 de agosto, el exembajador de Estados Unidos en Panamá, John Feeley, le escribió a Varela expresando su malestar porque China estaba involucrándose en temas de seguridad en Panamá.
Ese día le habían preguntado desde Washington, “¿qué es esa mierda, John?”, luego de enterarse de que el expresidente “había incumplido el compromiso de no involucrar a los chinos en materia de seguridad”.
El Centro de Operaciones de Seguridad y Emergencias fue inaugurado en Colón el 11 de noviembre del 2018, como un resultado visible de las relaciones de cooperación entre China y Panamá. Se trató de un proyecto de $9.3 millones no reembolsable.
Feeley planteó a Varela las implicaciones de romper el contrato con General Dynamics. “El Comando Sur y otros lo van a ver como el zorro en el gallinero”, le advirtió alarmado.
También salieron a relucir en ese momento, el asunto de los visados para ciudadanos chinos. Feeley le informó a Varela que ese tema había generado en Washington una reacción que “parecen Rápidos y Furiosos”.
Varela quiso esquivar el bulto comparando las visas a chinos con la de los otorgadas a los cubanos. “Con respeto, señor, China no es Cuba. Estoy conformando un grupo de expertos de Washington sobre la inteligencia de los chinos y cómo van a jugar en Panamá”.
“Los chinos nos queman dondequiera. Por eso queremos que usted actúe con toda la información que nosotros tenemos sobre los patrones de comportamiento de China”, le planteó el exembajador estadunidense.
Varela también recibió advertencias de la exprocuradora general, Kenia Porcell.
Recién llegada de China, en septiembre del 2017, le escribió al expresidente preocupada por el tema de las visas.
“El cónsul puede estar firmando visas que luego serán un problema”, le comentó Porcell. “El problema son los americanos que quieren bloquear todo”, le dijo Varela.
Porcell le preguntó: “¿Usted consideró siempre el tema de las visas de Shanghai?. Recuerde el tema de PB (el expresidente Ernesto Pérez Balladares) por las visas de chinos”. Varela le contestó que no le importaba “perder la visa” –como había ocurrido con Pérez Balladares- para entrar a Estados Unidos.
Si todo fue transparente, ¿por qué la preocupación de Varela sobre sus relaciones futuras con Washington?
Según los Varelaleaks, el 8 de abril del 2018, Ermitas Pérez Ferreira, exfuncionaria de la embajada estadunidense en Panamá, le reclamó al expresidente: “Es que ahora solo quieres a los chinos”.
La preocupación de Varela era qué pasaría con sus relaciones con Estados Unidos, cuando terminara su gobierno.
-Jj: Se portarán bien estos americanos conmigo después.
-Ermitas Pérez: Veremos.
-Jj: Jajajjaajaja.
-Ermitas Pérez: Todo depende de tu affaire, con los de los ojos de alcancía.
-Jj: China es una realidad.
-Ermitas Pérez: Es una asquerosa realidad.
-Jj: Es el principal socio comercial de Estados Unidos.
-Ermitas Pérez: Y nos los culeamos. Y ellos lo saben.
-Ermitas Pérez: Y encima el embajador es una mierda.
-Jj: ¿Cuál?
-Ermitas Pérez: El embajador chino.
Pérez acusó a Varela de tener pactos secretos con el embajador chino. El expresidente respondió: “Jajajaja, ¿qué pacto?”.
Por esos días, el Consejo de Seguridad Nacional le había hecho llegar a Varela un artículo del analista Mark Smitsson publicado en Estrategic Review.
“Desde que Occidente se percató de las conversaciones entre el gobierno chino y de Panamá a finales de 2014, surgieron sospechosamente los Papeles de Panamá, luego la Lista Clinton, los problemas con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y Francia y, aun así, el gobierno panameño continuo con las negociaciones mientras la inteligencia occidental estaba al tanto, sin que el gobierno panameño lo supiera”, sostuvo el análisis.
“Panamá es el nuevo socio, la joya de la corona comercial de China en las Américas. Occidente observa atónito lo que se creía prácticamente imposible hace dos años, China y Panamá se están jugando todo por el todo, y la pregunta es, ¿Panamá está preparado?”, destacó el artículo.