Según el Gobierno Nacional, Altos de Los Lagos es “el proyecto de vivienda más grande de Centroamérica”.
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, inauguró este lunes una parte de las obras que realiza la constructora brasileña Odebrecht, dentro de un plan gubernamental para renovar la zona caribeña del país, pese a las denuncias contra la compañía.
Varela entregó 1.020 apartamentos de un total de 5.000 que se pretenden construir para 2018 en la ciudad caribeña de Colón, la segunda urbe más importante de Panamá.
“Hoy entregamos la primera fase de un proyecto emblemático que es la renovación de Colón”, dijo Varela durante su discurso, sin pronunciar el nombre de la compañía Odebrecht.
Estas viviendas forman parte de un plan del gobierno panameño que incluye canchas deportivas, parques, mejoramiento del sistema sanitario, soterramiento de cables, aceras, escuelas y la reconstrucción de edificios históricos en Colón.
Esta ciudad, 80 kilómetros al norte de la capital panameña, se ubica a la entrada del Canal de Panamá por el lado Atlántico y es sede de una de las zonas francas más importantes del mundo.
Las obras están en manos de la empresa brasileña Odebrecht, integrante del consorcio Nuevo Colón junto a la panameña Constructora Urbana (CUSA), que ganó la licitación en junio de 2015 al ofertar los trabajos en 537 millones de dólares.
Debido al escándalo en el que se ha visto involucrada Odebrecht, acusada en varios países de América Latina de pagar comisiones para la adjudicación de obras públicas, varios sectores panameños habían pedido a Varela que sustituyera a la compañía brasileña.
Sin embargo, el mandatario siempre ha rechazado la idea, según él para salvaguardar el proyecto y los 3.000 empleos que desarrollan las obras.
“Muchos cuestionaron, muchos criticaron pero aquí está la renovación de Colón. La obra nunca se detuvo a pesar de los ataques. Yo prefiero que me ataquen a mí a poner en riesgo un proyecto o el empleo de 3.000 panameños”, insistió Varela este lunes.
Odebrecht es uno de los principales contratistas en Panamá desde hace una década, con obras como paseos marítimos, líneas del metro, ampliación del aeropuerto internacional de Tocumen y la propia renovación de Colón, entre otras.
La constructora brasileña acordó este año con la fiscalía de Panamá pagar una sanción de 220 millones de dólares en 12 años y colaborar con las investigaciones de corrupción en su contra.
Por este escándalo hay al menos 63 personas imputadas, entre ellas, los hijos y varios ministros del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014).