Estados Unidos cree que Teherán ha puesto a trabajar a un equipo de científicos en un arma que sea viable en solo unos meses, según The New York Times
Las nuevas pistas sobre el siempre opaco programa nuclear de Irán han convencido a los funcionarios estadounidenses de que un equipo secreto de científicos del país está explorando un enfoque más rápido, aunque más crudo, para desarrollar un arma atómica si el liderazgo de Teherán decide competir por una bomba, informó el diario español La Razón.
La información la han trasladado al diario The New York Times funcionarios estadunidenses actuales y anteriores, que advierten de que esos planes se producen incluso en medio de señales de que el nuevo presidente de Irán está buscando activamente una negociación con la administración Trump.
La información de inteligencia se recopiló en los últimos meses de la administración Biden y luego se transmitió al equipo de seguridad nacional del presidente Trump durante la transición de poder, según los funcionarios, que pidieron el anonimato para poder hablar de detalles sensibles.
La evaluación de inteligencia advirtió que los ingenieros y científicos de armas iraníes estaban buscando esencialmente un atajo que les permitiera convertir su creciente arsenal de combustible nuclear en un arma viable en cuestión de meses, en lugar de un año o más, pero solo si Teherán tomaba la decisión de cambiar su enfoque actual, según The New York Times.
Los funcionarios estadounidenses dijeron que seguían creyendo que Irán y su líder. El ayatola Alí Jamenei, no habían tomado la decisión de desarrollar una arma, según dijeron funcionarios en entrevistas durante el último mes.
Pero la nueva información de inteligencia sugiere que, como las fuerzas aliadas de Irán han sido desmanteladas y sus misiles no han logrado perforar las defensas estadounidenses e israelíes, el ejército está explorando seriamente nuevas opciones para disuadir un ataque estadounidense o israelí.
Según las autoridades, Irán sigue en el umbral de la capacidad nuclear.
En los años transcurridos desde que Trump se retiró del acuerdo nuclear del 2015, el país ha reanudado la producción de uranio y ahora tiene suficiente combustible para fabricar cuatro o más bombas.
Pero eso no es suficiente para producir realmente un arma, y las nuevas pruebas se centran en los últimos pasos que necesitaría Irán para convertir el combustible en una.