“Y va a caer…la dictadura va a caer”, cantaron la noche del viernes en Hondurasmiles de manifestantes que afirmaron estar “indignados contra el robo” en las elecciones del 26 de noviembre, que proyectan como ganador al presidente Juan Orlando Hernández y relegan a un segundo lugar al izquierdista Salvador Nasralla
Algunos de los 5.000 manifestantes hicieron una fogata frente a la sede de la embajada de Estados Unidos, quemando fotos de la propaganda del Hernández, postulado a la reelección por el derechista Partido Nacional (PN).
Los manifestantes recorrieron un kilómetro por un bulevar hasta la misión diplomática gritando “Fuera JOH”, por las iniciales del presidente, llevando banderas de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura, que postuló a Nasralla a la presidencia.
“Estamos marchando contra el robo de las elecciones que le hicieron a Nasralla”, dijo a la AFP uno de los manifestantes, que se identificó como estudiante de la Universidad Nacional, mientras se cubría el rostro con una camisa de la selección argentina de fútbol.
Nasralla presentó este viernes una denuncia penal en la fiscalía contra el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), David Matamoros, por el supuesto fraude registrado en los comicios.
En el escrito, se acusa a Matamoros de cometer “dos delitos de falsificación de documentos públicos, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario”, cargos que conllevan largas penas de prisión en caso de ser hallado culpable.
Nasralla argumentó que la madrugada del lunes 27 de noviembre, el primer corte de la elección difundida por el TSE le daba una ventaja de cinco puntos, con 57% de las mesas computadas, algo que consideró “una tendencia irreversible”.
Dos días después, “en un absurdo aritmético, empezaron a variar la tendencia” hasta poner a ganar al presidente “alterando documentos electorales”, según señaló en el escrito presentado ante la justicia.
Matamoros rechaza las acusaciones de la alianza y dijo que para asegurar la transparencia del proceso inició el jueves un recuento de los votos de 4.753 urnas que fueron cuestionadas por contener inconsistencias.
El presidente del TSE estimó que el lunes terminará el recuento, realizado con la presencia de miembros de la sociedad civil y de observadores de la OEA y la Unión Europea, aunque la alianza opositora se negó a enviar representantes.