El problema para Canadá y México es que es evidente que no se pueden fiar de la validez de las negociaciones con Trump
La decisión de Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones procedentes de Canadá y México ha destruido el tratado de libre comercio T-MEC que el propio presidente de Estados Unidos negoció y aprobó hace solo cinco años, según explicaron a la agencia EFE varios expertos.
Este martes, Estados Unidos impuso aranceles del 25% a sus dos socios del tratado norteamericano de libre comercio, T-MEC, argumentando que Canadá y México no están haciendo lo suficiente para detener el flujo de fentanilo e inmigrantes indocumentados.
Un T-MEC que Trump negoció, y prácticamente impuso, en su primer mandato cuando decidió romper el TLCAN, el acuerdo comercial existente desde 1994.
En represalia, Canadá también empezó a aplicar aranceles del 25% a un selecto grupo de productos estadounidenses (desde bourbon de Kentucky a electrodomésticos, cereales, motocicletas y cosméticos, entre otros) por valor de $20,700 millones.
Y si en 21 días, Washington mantiene sus aranceles, el gobierno canadiense ampliará las represalias a otros $125,000 millones en importaciones estadounidenses.

México ha indicado que en los próximos días anunciará las represalias arancelarias que adoptará contra Estados Unidos.
Tony Stillo, director de Canada Economics, de la institución Oxford Economics, declaró que con su decisión, “Trump está socavando acuerdos comerciales establecidos desde hace tiempo y desquiciando una red de producción altamente integrada entre Canadá, Estados Unidos y México”.
Stillo añadió que el T-MEC sigue en vigor sólo técnicamente porque ninguno de los tres socios ha anunciado su salida del acuerdo.
“Trump no lo ha hecho. Todavía me parece que es un intento de aprovechar al máximo su posición en la revisión del acuerdo que se debería producir a mediados de 2026 tras negociaciones este año. Así que el acuerdo no está necesariamente muerto”, explicó.
El profesor de Economía de la Universidad de Carleton Julian Karaguesian, que durante 25 años trabajó en la relación económica entre Canadá y Estados Unidos tanto en el Ministerio de Finanzas de Canadá como en la embajada canadiense en Washington, también considera que el T-MEC “técnicamente está vivo”.
“Pero en realidad, creo que está muerto”, aseguró.
“T-MEC reemplazó al TLCAN, que eliminó la mayoría de aranceles en el comercio de bienes y servicios entre Canadá, Estados Unidos y México. Trump empezó a destruirlo en su primer término con los gravámenes al acero y aluminio, citando la seguridad nacional”, recordó.
“Ahora está utilizando diferentes excusas (el fentanilo, la inmigración ilegal y los subsidios injustos). Así que, a todos efectos, el T-MEC ya no tiene reglas”, añadió.
De momento, Canadá presentó formalmente este miércoles una demanda ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) contra Estados Unidos por la imposición de los aranceles aunque la decisión del organismo podría tardar meses.
Stillo y Karaguesian se muestran de acuerdo en que el problema para Canadá y México es que es evidente que no se pueden fiar de la validez de las negociaciones con Trump.