Sostiene que lo que resulte de aquí va a definir un antes y un después en materia de seguridad jurídica de las inversiones marítimas en Panamá
El presidente Donald Trump no cesará en su campaña de amenazas contra el Canal, pese a la venta de la concesión otorgada a Hutchison Ports PPC para administrar los puertos de Balboa y Cristóbal, opinó Rommel Troetsch, expresidente de la Cámara Marítima de Panamá (CMP).
”Está demostrado que esta venta no ha bajado la presión que tiene Estados Unidos, sobre el Canal”, dijo Troetsch al diario La Estrella.
El experto en temas marítimos y portuarios se refería a la operación mediante la cual el consorcio BlackRock-TiL compró el 90% de las acciones que CK Hutchison Holdings Limited posee en Panamá su subsidiaria Hutchison Ports PPC. El restante 10% de acciones está en manos del Estado panameño.
Tras la operación financiera, Trump ha reiterado sus amenazas sobre el Canal y su intención de recuperarlo si fuera necesario con el uso de la fuera.

“Eso interfiere con el crecimiento natural que Panamá está teniendo en movimiento de carga y desarrollo portuario y sobre todo con lo que es el servicio logístico de valor agregado”, señaló Troestch.
“Si tú vas a invertir en Panamá –añadió-, y recibes la noticia de que en Panamá se eliminó una inversión, un contrato porque alguien vino de afuera y te dijo que tenías que eliminarlo, eso no es seguridad jurídica. ¿Vas a invertir o no vas a invertir? Si vas a invertir para desarrollo de infraestructura logística, cuando tienes un clima portuario amenazado, también te va a aguantar la inversión”.
Sostuvo que lo que resulte de esa transacción va a definir un antes y un después en materia de seguridad jurídica de las inversiones marítimas en Panamá.
Acerca de las terminales, reconoció que Balboa y Cristóbal son puertos estratégicamente bien posicionados, por lo que no anticipa que la compra de las acciones genere un cambio drástico en su desarrollo.
Sobre la auditoría que realiza la Contraloría General de la República a la concesionaria Hutshison Ports PPC, Troetsch dijo que el contrato establece mecanismos para lidiar con las diferencias que haya entre el concesionario y el Estado.

”Si hay algún reclamo que salga de esa auditoría, el Estado debe presentárselo al concesionario y si el concesionario está de acuerdo, hay un periodo de saneamiento, en donde en concesionario puede corregir el problema o decir que no está de acuerdo”, resaltó.
Acerca de la demanda de inconstitucionalidad del contrato presentada ante la Corte Suprema de Justicia, Troetsch sostuvo que, de declararse inconstitucional, el país tendría que revisar todos los contratos de concesión portuaria que ha otorgado, ya que todos son muy similares. “Algunas de las cláusulas que están siendo demandas aparecen en todos los contratos de concesión”, señaló.
Troetsch consideró que el futuro de la industria marítima panameña pasa por mudar las operaciones portuarias a otras zonas con aguas más profundas.
” Estimo que en 20 años el sistema portuario de Panamá va a estar más afuera que adentro. Buscando gran calado y no coexistir con el canal, porque ese es un problema. Porque tú dependes del Canal para que te diga cuándo entrará puerto, depende del Canal para que diga cuándo el barco va a salir de puerto, depende del Canal de Panamá para que te asigne el práctico que entra al barco y saca el barco, y depende del Canal para que te asigne en qué cupo vas a entrar. Aunque cuando hay una muy buena coordinación, esa dependencia no permite a los puertos ser más eficientes”, planteó Troestch.