El embajador de Washington enTaiwán, Raymond Greene, asegura que su país tratará de acelerar la entrega de armamento a Taiwán tras el fin de la guerra en Ucrania
¿Cuál será el siguiente objetivo militar del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, una vez que consiga -por la fuerza- un alto el fuego en Ucrania y termine por consolidar el acuerdo de paz en Medio Oriente? Un alto representante diplomático estadunidense ha dado este lunes una primera pista: Las armas que dejen de enviarse a Ucrania pueden ser destinadas a Taiwán para proteger a la isla de las ansias expansionistas de China, informó el diario español La Razón.
El traslado de energías armamentísticas tiene su sentido, pero también entraña muchos riesgos porque supone un desafío directo a China, el gigante al que el presidente estadounidense ya tiene suficientemente enfadado con su política de guerra comercial a golpe de aranceles.

Esta nueva estrategia la ha avanzado el embajador de facto de Washington enTaiwán, Raymond Greene, quien en una entrevista publicada este lunes por el periódico taiwanés Liberty Times ha asegurado que Estados Unidos tratará de acelerar la entrega de armamento a Taiwán tras el fin de la guerra en Ucrania.
Para nosotros, Taiwán es sin duda una prioridad. Estamos haciendo esfuerzos para acelerar los plazos de entrega de armas, especialmente en lo relativo a los sistemas relacionados con la guerra asimétrica, que son particularmente importantes para Taiwán”, afirmó Greene, director del Instituto Americano en Taiwán, según informó la agencia EFE.
En los últimos años, el gobierno taiwanés ha impulsado la compra y el desarrollo de sistemas de combate asimétricos, como misiles antiaéreos y antibuque, minas submarinas y drones, para contrarrestar las crecientes amenazas militares de China, que considera a la isla autogobernada como una “provincia rebelde”.
“Una vez que la guerra en Ucrania llegue a su fin, esperamos volver a centrar nuestra atención en las necesidades defensivas de Taiwán”, añadió el diplomático, quien también reafirmó el “compromiso” de Washington con la isla.
Esas declaraciones se producen en pleno clima de incertidumbre respecto al compromiso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con la defensa de Taiwán, sobre todo a raíz de la reciente decisión del mandatario estadunidense de paralizar toda la ayuda militar de Washington a Kiev.

A finales de febrero, el republicano evitó comprometerse a prevenir una invasión de China a Taiwán y aseguró que tenía una “gran relación” con el dictador del gigante asiático, Xi Jinping.
Desde hace más de siete décadas, Estados Unidos se encuentra en medio de las disputas entre ambas partes, ya que Washington es el principal suministrador de armas a Taipéi y, si bien no mantiene vínculos diplomáticos con la isla, podría defenderla en caso de conflicto con Pekín.
Esa postura ha provocado permanentes roces entre Estados Unidos y China, cuyo régimen ha definido a la “la cuestión taiwanesa” como la “línea roja” las relaciones entre las dos potencias.