Un nuevo contrato de MECO por $335 millones “fue muy criticado” por Pancho Sierra y Álvaro Alemán, que reaccionaron disgustados
Según registros de los Varelaleaks, el expresidente Juan Carlos Varela mantuvo, durante los cinco años de su administración, una estrecha relación con la constructora costarricense MECO.
Cuando el tema de corrupción por parte de esa empresa salió a la luz el 16 de abril del 2018, Varela le escribió al empresario Stanley Motta: “Disculpa que te escriba por esto. La televisora TVN esta noche hace ver que soy un presidente corrupto por haber contratado a Meco. Espero tengan pruebas de que existe corrupción en los contratos de MECO”.
Al día siguiente, Varela le dijo a la exprocuradora Kenia Porcell: “Ayer me aguantó usted. Le iba a dar a Motta”. “Es que siento que se han organizado para desestabilizarnos”, le contestó Porcell.
Durante el gobierno varelista, MECO ganó 20 licitaciones públicas por más de $1,000 millones.
MECO se hizo con la ampliación y rehabilitación de la carretera Panamericana en el tramo que une el Puente de las Américas con Arraiján, por $335 millones, aunque presentó una oferta que era $66 millones más alta que la que estuvo en segundo lugar. Uno de los miembros de la comisión evaluadora había trabajado para MECO.
Sobre esa licitación, la exviceministra Jaén, se comunicó con Varela el 10 de marzo del 2017. Le comentó que el nuevo contrato de MECO por $335 millones “fue muy criticado por Pancho Sierra (exministro Consejero), y Álvaro Alemán (exministro de la Presidencia), que me escribió disgustado”.
Alemán le dijo, por esos días, a Varela que el embajador de Italia, Massimo Ambrosetti, lo había llamado preocupado por la suerte que había corrido la empresa Astaldi en esa licitación.
También hubo disgustos por parte del exministro de Economía y Finanzas, Dulcidio De la Guardia. “Esa adjudicación de MECO me parece equivocada porque era la más onerosa de todas las propuestas”, le escribió a Varela, el 24 de marzo del 2017.
El empresario Carlos Cerdas y otros ejecutivos de MECO fueron detenidos por las autoridades de Costa Rica cuatro años más tarde, acusados de delitos de corrupción en contratos de obras públicas que causaron $120 millones en daños al Estado.
De acuerdo a los Varelaleaks, otra empresa beneficiada con contratos durante el gobierno varelista fue la española Acciona, S.A. En marzo del 2017, se registró un intercambio entre el exgerente de Tocumen, S.A., Carlos Duboy y Varela.
“Acciona está en buena racha de obras adjudicadas en los últimos tres meses. Sabanitas $107 millones, Howard $211 millones, Darién, Metetí $32 millones, Chilibre $37 millones, MOP Arraiján $335 millones. Total $722 millones”, le escribió Duboy. ¿Sííí?, respondió Varela. “Ni sé quiénes son”, añadió, falseando la realidad.
A eso hay que sumar el contrato por $22 millones para la construcción de una planta potabilizadora de agua en Arraiján.
La empresa española que, según medios de prensa, llegó a Panamá de la mano de Popi Varela, se ganó, además, solo cinco semanas antes del final del gobierno varelista, la licitación para la construcción, equipamiento y mantenimiento del Hospital del Niño y la Maternidad del Hospital Santo Tomás.
El precio original fue de $614 millones. Tras negociaciones entre el contratista y el gobierno, la obra será ejecutada cuatro años después en los terrenos de la antigua embajada de Estados Unidos a un costo de $443 millones.
La obra, que debe ser entregada a finales del 2025, ha sido cuestionada duramente por los competidores del consorcio chino que quedó en segundo lugar, pese a haber ofrecido mejor precio y mejores condiciones técnicas.
Otro tema que mantenía la atención de Varela eran los astilleros de Balboa, por una concesión en disputa desde el 2012 con el consorcio MEC Shipyards, integrado por Marine Engineers Corporation y MEC Balboa Shipyards, del Grupo Kardonski.
De acuerdo al canon de arrendamiento, el Estado debía recibir en 20 años un total de $99 millones. Durante el varelismo, se aprobó la reducción anual de $1 millón en el arrendamiento.
Después de seis años no había “humo blanco”, en palabras de Jorge Barakat, exadministrador de la Autoridad Marítima de Panamá. “El caso del Astillero MEC sigue complicado y quisiera su apoyo para buscar una salida”, le planteó Barakat a Varela.
El 18 de mayo del 2017, el exministro Alemán, le escribió a Varela: “Presidente, según el contrato, la empresa de Fred K (Kardonsky) debía pagar la suma de $99.1 millones en concepto de canon fijo en el periodo de 20 años de vigencia. Ayer se acordó una disminución de $26.8 millones, o sea que va a quedar pagando $72.3 millones”, comentó.
“No podemos hacer una disminución adicional porque quedaría pagando menos que el que llegó segundo”, añadió Alemán. Apuntó, a la vez, que “FH (el excontralor general Federico Humbert) me dijo que no va a refrendar un acuerdo que implique que la empresa va a pagar menos que el que llego de segundo en la licitación”.
-Jj: La única opción que veo es que sea 10% de facturación por encima de $30 millones.
-Álvaro Alemán: Ese tema está duro. Podemos acabar subiendo y bajando escaleras si aprobamos algo así.
-Álvaro Alemán: En adición, no creo que la CGR (Contraloría General de la República) refrende eso que propone FK (Fred Kardonzky).
-Jj: Él anda con 5%.
-Jj: He sido claro con él que la única forma sería ver si la gente acepta 10% por encima de $30 millones.
-Jj: Saquen de la agenda lo de Kardonski a ver cómo hacemos consenso.
Varela le recomendó a Kardonski “hacer tu lobby uno a uno” con los miembros de la junta directiva de la Autoridad Marítima de Panamá para conseguir “una nueva fórmula de porcentaje”. El empresario logró tres de los siete votos y le escribió a Varela: “La solución está en tus manos y en las del excontralor (Humbert)”.
Al final, el Estado canceló el contrato por mora y buscó un nuevo contratista para un artillero construido hace más de 100 años y el único en América Latina con tres diques secos para atender buques Panamax.
En julio del 2021, un grupo empresarial de Asturias, España, obtuvo la concesión con el compromiso de pagarle al Estado $14.4 millones en 20 años, cuando la propuesta original exigía el pago fijo de $99 millones anuales. Medios de prensa vincularon a los asturianos con el Grupo Liberman.