Si tras la primera votación del cónclave no se alcanza un acuerdo y hay fumata negra, los 133 cardenales electores regresarán a la residencia de Santa Marta
Tras la proclamación del “Extra omnes” por parte de Diego Ravelli, las puertas de la Capilla Sixtina se han cerrado solemnemente, marcando el inicio del cónclave. Desde ese momento, los 133 cardenales electores permanecen completamente aislados del exterior para elegir, en secreto y sin interferencias, al nuevo papa que sucederá a Francisco, informó el medio español El Periódico.
El Vaticano, y medio mundo, están ya a la expectativa del cónclave que elegirá al Papa número 267º de la iglesia católica a partir de este miércoles. Son 133 hombres los que decidirán quién sucede al frente de la Santa Sede a Francisco, que accedió al pontificado con 76 años, una edad 10 años por encima de la media de la que tenían los últimos papas desde inicios del siglo XX (67.2 años).
Si tras la primera votación del cónclave no se alcanza un acuerdo y hay fumata negra, los 133 cardenales electores regresarán a la residencia de Santa Marta para pasar la noche. Este edificio, situado dentro del Vaticano, les garantiza alojamiento bajo estrictas medidas de aislamiento. Cada día, volverán a la Capilla Sixtina para continuar con las votaciones hasta que haya humo blanco y se elija al nuevo papa.

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En el interior de la Capilla Sixtina quedaron los purpurados electores con el predicador capuchino Raniero Cantalamessa, que será el encargado de pronunciar una meditación antes de salir de la capilla y dejarles solos.
A partir de ese momento los 133 cardenales llamados a votar por tener menos de 80 años quedaron encerrados para elegir al nuevo pontífice, 17 días después de la muerte de Francisco el pasado 21 de abril.
Se prevé que ya esta tarde lleven a cabo la primera votación y, como indica la tradición, los purpurados anunciarán el resultado con el color del humo de sus papeletas quemadas (y usando químicos) a través de una chimenea instalada en el tejado de la Sixtina: blanco es que habrá acuerdo; negro, que el cónclave continuará.

El nuevo pontífice deberá reunir al menos 89 votos, dos tercios de los 133 electores totales.
En caso de que esta tarde no haya acuerdo, ‘fumata’ blanca, las votaciones proseguirán desde mañana y los dos días siguientes, dos por la mañana y otras dos por la tarde, hasta designar un nombre.
Los purpurados saldrán de la Capilla Sixtina para cenar y dormir, pero siempre dentro del territorio vaticano, menos de medio kilómetro cuadrado en el centro de Roma, pues tienen prohibido abandonarlo o comunicarse con el exterior so pena de excomunión.
