Las conversaciones han sido “difíciles pero útiles” y permiten retomar los contactos “congelados” desde hace dos semanas
Las delegaciones de Irán y Estados Unidos celebraron en la tarde de este domingo en Mascate la cuarta ronda de conversaciones -indirectas y directas- sobre el programa nuclear de la República Islámica tras un parón y un enfriamiento de dos semanas. El Ministerio de Exteriores iraní describió el encuentro en la capital omaní como una sesión “difícil pero útil” dado que ambas partes iban a tratar uno de los aspectos más difíciles de las conversaciones: El programa de enriquecimiento de uranio de Irán, informó el diario La Razón
“Ha finalizado la cuarta ronda de conversaciones indirectas entre Irán y Estados Unidos; negociaciones difíciles pero útiles para comprender mejor las posiciones de cada uno y encontrar formas lógicas y realistas de abordar las diferencias”, aseguraba el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Esmaeil Baqaei, en su cuenta de la red social X.
A pesar de lo parco del mensaje, el portavoz iraní adelantó que habrá una nueva va cita y será cuando se aborden las cuestiones técnicas, sin duda lo más complejo y espinoso del prometedor proceso de negociaciones.

Lo ocurrido en Mascate permite concluir que Trump ha sido flexible con la línea roja del enriquecimiento de uranio y que continúa apostando por una solución política a la cuestión iraní a pesar de haber anunciado una ofensiva bélica contra Teherán si no se alcanza un acuerdo.
Según el representante de la Cancillería iraní, será Omán -el sultanato ha actuado como mediador entre Washington e Irán durante años- el encargado de la coordinación y el anuncio de una quinta reunión.
En la víspera de la cita, Baqaei reiteraba en X que “Irán está firmemente decidido a defender sus derechos legítimos e inalienables al uso pacífico de la energía nuclear” y está preparado para “continuar su compromiso diplomático a fin de garantizar la ya demostrada naturaleza pacífica de su programa nuclear”.
Este sábado el ministro de Exteriores iraní y jefe de la delegación en Mascate, Abbas Araqchi Araqchi, reiteró una vez más que el programa nuclear de Irán no persigue la fabricación de un arma de destrucción masiva y defendió el derecho de su país a proseguir con su enriquecimiento de uranio.
“Irán considera ‘haram’ (prohibido por la ley islámica) la adquisición y el uso de armas nucleares, pero al mismo tiempo insiste en su derecho a enriquecer uranio”, afirmaba el ministro de Exteriores en su discurso recogido por medios de comunicación oficiales.
Por su parte, el enviado presidencial estadunidense, Steve Witkoff, admitía su optimismo tras el encuentro: “Estamos satisfechos del resultado de hoy y esperamos el próximo encuentro, que ocurrirá en el futuro próximo”.
En cualquier caso, la advertencia del Ministerio de Exteriores iraní choca con la postura expresada la semana pasada por el propio Witkoff, quien aseveró que el objetivo último de estas conversaciones es que Irán abandone «voluntariamente» su programa de enriquecimiento de uranio antes de avisar de que el fracaso de las conversaciones desembocaría en una situación “que no sería buena en absoluto”.
A juicio del analista político hispano-iraní Daniel Bashandeh, “todo indica que Estados Unidos no ha impuesto la condición de enriquecimiento cero, lo que ha permitido que las negociaciones sigan su curso”. “Esta decisión podría estar relacionada con la próxima visita de Trump al Golfo Pérsico, donde buscará una tregua política antes de adoptar decisiones estratégicas que consideren los intereses de Israel. En este contexto, Trump necesita equilibrar los intereses de Estados Unidos con los de Israel, su principal aliado estratégico en la región”, asegura el especialista en Irán.
