El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, se defenderá el jueves ante un Congreso dispuesto a destituirlo ante las acusaciones de que mintió sobre sus vínculos con la constructora brasileña Odebrecht
“Ya se me condenó anticipadamente”, se quejó Kuczynski en un recurso de amparo presentado este miércoles ante la justicia, en el que pide detener el proceso de “vacancia presidencial” iniciado por el Congreso.
El mandatario corre el riesgo de ser cesado por “incapacidad moral” y convertirse en el primer presidente en perder su puesto por el caso Odebrecht, que admitió haber pagado decenas de millones de dólares en sobornos en varios países latinoamericanos para lograr importantes contratos de obras públicas.
“Yo no he mentido, no soy corrupto”, ha repetido Kuczynski, cuyos asistentes intentaban a última hora disuadir a diversos legisladores de votar en favor de la distitución, según medios peruanos.
Los analistas advierten que la economía peruana sufrirá un “impacto fuerte” por la incertidumbre política y la Iglesia Católica ha llamado a evitar que la crisis se profundice.
“La suerte del presidente Kuczynski está echada”, dijo a la AFP el analista político Luis Benavente, quien vaticinó que el mandatario de centroderecha será destituido el mismo jueves.
La OEA enviará una misión a Lima a observar el proceso de vacancia a pedido de Kuczynski, integrada por Jean Michel Arrighi, secretario de Asuntos Jurídicos, y Gustavo Cinosi, asesor senior del secretario general Luis Almagro.
Por su parte, el primer vicepresidente peruano, Martín Vizcarra, quien asumiría el gobierno en caso de que destituyan al presidente, llegó a Perú este miércoles y afirmó su lealtad al mandatario.
“El presidente me pidió que retorne hoy y aquí estoy, al lado del presidente. Primero para escucharlo y para que se aclaren todas las dudas”, dijo Vizcarra, quien además es embajador peruano en Canadá