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Panamá mejora su posición en el Global Business Complexity Index 2025

Panamá mejora su posición en el Global Business Complexity Index 2025
Ciudad de Panamá.

El país se posiciona en el puesto 42 de 79 jurisdicciones analizadas subiendo tres posiciones con respecto al 2024 y quince desde el 2023

Panamá continúa consolidando su imagen como una jurisdicción atractiva y confiable para los negocios, tras registrar una mejora significativa en el Global Business Complexity Index (GBCI) 2025, elaborado por la firma internacional TMF Group.

Este año, el país se posiciona en el puesto 42 de 79 jurisdicciones analizadas, subiendo tres posiciones con respecto al 2024 y quince desde el 2023, lo que lo convierte en uno de los países de América Latina con mayor avance en simplificación empresarial durante los últimos dos años.

El GBCI evalúa más de 250 indicadores relacionados con el cumplimiento normativo, fiscalidad, gestión de talento, operaciones corporativas y apertura a la inversión extranjera.

A pesar de los progresos de Panamá, América Latina sigue siendo considerada la región más compleja del mundo para hacer negocios, con México (3), Colombia (5), Brasil (6) y Bolivia entre las jurisdicciones más complicadas.

Vista de la Cinta Costera I en la Ciudad de Panamá.

Según Adrián Owen, Jefe de América Central en TMF Group, los avances de Panamá reflejan un esfuerzo consciente por fortalecer la transparencia fiscal, alinearse con estándares internacionales y aumentar la confianza en su sistema corporativo.

“Si bien estos cambios suponen nuevos desafíos operativos, también posicionan al país como una jurisdicción más sólida y confiable para los inversionistas”, afirmó Owen.

A nivel regional, Panamá se ubica en una posición intermedia, aunque se encuentra lejos de las jurisdicciones más complejas como México o Colombia, mantiene una posición superior a países centroamericanos como El Salvador (46), Nicaragua (50) y Costa Rica (58).

Por su parte, República Dominicana ha mostrado una evolución destacada, cayendo del puesto 18 al 53 en el último año, tras adoptar medidas de simplificación regulatoria.

Esta disparidad refleja una doble tendencia en América Latina: mientras algunos países buscan agilizar sus marcos regulatorios, otros, como Panamá, refuerzan su legislación para cumplir estándares internacionales, lo que puede representar una carga adicional temporal para las empresas.

A pesar de los retos operativos, Panamá sigue siendo un destino estratégico para operaciones regionales, especialmente en sectores como logística, servicios financieros, comercio internacional, energía y economía digital.

Iniciativas como el régimen SEM, las zonas francas y la conectividad global continúan atrayendo capital extranjero, particularmente cuando los inversionistas cuentan con el apoyo de expertos que conocen el entorno normativo local.

“El entorno panameño atraviesa una transformación regulatoria que, aunque representa nuevos desafíos, también fortalece la transparencia y previsibilidad.
Bien gestionado, este proceso puede traducirse en mayor confianza y sostenibilidad para quienes apuestan por crecer e invertir en el país”, concluyó Owen.

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