Ha sido planteado como una iniciativa de impacto colectivo con beneficios sociales y económicos
La construcción del embalse en Río Indio, proyectada por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), busca asegurar el tránsito por el Canal y reforzar la estabilidad hídrica y energética del país, de acuerdo a un informe del diario Panamá América.
Aunque el proyecto ha sido planteado como una iniciativa de impacto colectivo con beneficios sociales y económicos, su dimensión ambiental ha generado interrogantes entre sectores de la población.
El abogado ambientalista Harley Mitchell reconoció que la suspicacia ciudadana es comprensible, especialmente por las experiencias del siglo pasado.
No obstante, subrayó Mitchell que los proyectos de esta envergadura requieren medidas de mitigación obligatorias, y que la ACP tiene la responsabilidad legal y ética de resarcir cualquier daño causado.
“Este tipo de proyectos tiene todos los elementos para poder darse de una manera sostenible, adecuada a la ley y conforme a los intereses más caros de la República”, afirmó Mitchell en declaraciones a Panamá América.
Destacó además que la ACP ha demostrado en el pasado tener seriedad administrativa, alto cuidado ambiental y una relación sólida con las comunidades dentro de la cuenca hidrográfica, factores que brindan garantías sobre la correcta ejecución del embalse.
Según Karina Vergara, supervisora del equipo socioambiental del programa hídrico de Río Indio, se estima que unas 550 familias, aproximadamente 2,500 personas, podrían verse directamente impactadas por la construcción.
Mitchell remarcó la importancia de que estas familias reciban una indemnización justa, que les permita mantener o mejorar su calidad de vida. “Todos debemos estar preocupados porque haya indemnizaciones correctas para que estas personas tengan una igual o mejor calidad de vida de la que tienen ahora”, señaló.
El cronograma de ejecución prevé que la construcción de la presa comience a principios de 2027, con una duración estimada de cuatro años, posteriormente, se requerirán alrededor de dos años adicionales para el llenado del embalse, lo que sitúa su posible inauguración en el año 2033.
Mitchell también opinó que la oposición al proyecto puede estar influenciada por el actual clima de efervescencia social en el país, donde ciertos temas se convierten en símbolos de protesta generalizada.
Por ello, recomendó a la ACP cambiar su enfoque de comunicación, para que los ciudadanos comprendan que la rentabilidad de estos proyectos beneficia a toda la nación de manera equitativa.
El embalse en Río Indio se perfila como una obra estratégica para el futuro del país, aunque su implementación exigirá diálogo, transparencia y un manejo social responsable que equilibre los intereses ambientales y humanos.