La calificadora reafirma la solidez estructural de la economía panameña
La agencia calificadora Moody’s Investors Service confirmó la calificación de riesgo soberano de Panamá en Baa3, manteniendo al país dentro del grado de inversión, aunque con una perspectiva negativa debido a los persistentes desafíos fiscales, informó el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
El informe más reciente, publicado el 3 de julio del 2025, reconoce que, a pesar del deterioro en algunos indicadores fiscales durante el 2024, Panamá conserva fundamentos económicos sólidos.
Moody’s destaca el historial de crecimiento sostenido, una economía basada en servicios con fuerte inversión, un perfil de deuda sin riesgo cambiario y flujos estables provenientes del Canal de Panamá, que ha mostrado señales de recuperación tras los efectos climáticos adversos del año pasado.
“La confirmación del grado de inversión por parte de Moody’s es una señal clara de confianza internacional en el potencial económico de Panamá y en el compromiso del gobierno con el manejo responsable de las finanzas públicas”, afirmó el ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman.
Moody’s también valoró las reformas en marcha, como los esfuerzos por fortalecer el sistema de pensiones y los recortes presupuestarios por $1,900 millones anunciados recientemente, como señales de voluntad política para mejorar la sostenibilidad fiscal.
Entre los datos positivos, la calificadora resalta el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre del 2025, que alcanzó un 5,2%, así como una recuperación del Canal, cuyos ingresos mensuales promediaron $340 millones hasta mayo, superando los niveles registrados en el 2024.
No obstante, la perspectiva negativa responde a la necesidad de acciones concretas para revertir el deterioro fiscal acumulado en los últimos años y garantizar una trayectoria de deuda sostenible.
El gobierno nacional reiteró su compromiso con una política fiscal prudente, mayor transparencia presupuestaria y el impulso de reformas estructurales para proteger la estabilidad macroeconómica.
“Seguiremos impulsando reformas que fortalezcan la credibilidad fiscal, mejoren la eficiencia del gasto público y promuevan una economía más equitativa”, concluyó Chapman.