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Más de 2,000 millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable

Más de 2,000 millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable
Fotografía de archivo. EFE/EPA/YAHYA ARHAB

Década después de adoptar los Objetivos de acceso al agua potable el acceso al agua y al saneamiento básico sigue siendo desigual y excluye a los más vulnerables

A pesar de los compromisos globales asumidos en el 2015 con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una de cada cuatro personas en el mundo, unos 2,100 millones de individuos, todavía carecen de acceso a agua potable gestionada de forma segura, según un informe conjunto publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, informó la agencia EFE.

El documento titulado “Programa en materia de agua potable y saneamiento en los hogares 2000-2024: especial atención a las desigualdades”, se dio a conocer en el marco de la Semana Mundial del Agua, y evidencia que 106 millones de personas beben directamente de fuentes superficiales sin tratar, como ríos y lagos, lo que los expone a enfermedades y a una mayor marginación social.

El informe destaca que, aunque entre el 2000 y el 2024, 2,200 millones de personas obtuvieron acceso a agua potable segura y 2,800 millones accedieron a servicios de saneamiento adecuados, los avances han sido lentos y desiguales, dejando atrás a comunidades enteras.

Fotografía de archivo de un joven sosteniendo galones de agua. EFE/YAHYA ARHAB

“Las personas en los países menos adelantados tienen el doble de probabilidades de carecer de agua potable y más del triple de probabilidades de carecer de servicios de saneamiento básico”, señala el informe.

Además, se revela que 3,400 millones de personas aún no cuentan con instalaciones sanitarias gestionadas de forma segura, y 354 millones siguen practicando la defecación al aire libre.

Las consecuencias de esta crisis van más allá de la salud, el informe resalta que 1,700 millones de personas no tienen servicios básicos de higiene en el hogar, lo que impacta directamente en la propagación de enfermedades, la mortalidad prevenible y la exclusión educativa y laboral, especialmente entre adolescentes.

En el grupo de edad de 15 a 19 años, muchas jóvenes dejan la escuela o el trabajo durante su período menstrual por falta de infraestructura adecuada, lo que agudiza la desigualdad de género.

En muchos países, las mujeres y las niñas son las principales encargadas de recolectar agua. En regiones como el África subsahariana y Asia central y meridional, muchas de ellas dedican más de 30 minutos diarios a esta tarea, lo cual limita su tiempo para estudiar, trabajar o participar en otras actividades.

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